“En 2019, espero vernos hablar más sobre las implicaciones de abordar el periodismo como el trabajo de contar historias, específicamente, lo que significa para las personas en esas historias”.
Traducción: Cristian Roa, Catalina Hoyuelos y Miguel Huerta / Imagen Nieman Lab
17 de Enero de 2019
Cuando ejercía leyes, recibía llamadas de periodistas sobre mis casos. Siempre necesitaba respirar y recobrarme antes de volver a llamar. Y a veces, cuando eventualmente hablábamos, sentía que ya habían escrito sus historias, no porque tardara demasiado en devolver la llamada (estaba nerviosa, no era una imbécil), sino porque las habían construido, incluso aunque solo fuera en sus cabezas, antes de que me llamaran. Yo solo era un personaje, y solo estaban buscando su cita.
Más tarde, después de dejar la ley por el periodismo, aprendí que los periodistas, de hecho, llaman a las personas en sus historias «personajes». Recuerdo lo sorprendida que estaba cuando aprendí eso.
En 2019, espero vernos hablar más sobre las implicaciones de abordar el periodismo como el trabajo de contar historias, específicamente, lo que significa para las personas en esas historias. Porque las historias tienen inicios, medios y finales. No trabajan sin conflicto. Un arco. Ellos provocan respuestas emocionales. Y necesitan personajes (héroes, villanos, ayudantes y más) para hacer eso.
Pero las personas no son personajes, los «personajes» solo existen para los propósitos de una historia. Las personas, por otro lado, miran, escuchan y leen esas historias que contienen «personajes» que comparten sus nombres. A menudo no se reconocen a sí mismos en las narraciones que los periodistas han hilado, tal vez porque sus largas interacciones se redujeron a una mordedura, o porque lo que ven es una porción tan pequeña de quiénes son y de lo que creen.
¿Cuál es la responsabilidad del periodista para con estas personas, que siguen existiendo mucho después de la publicación de la historia, cuyos nombres pueden tener un nuevo resultado importante en Google? ¿Quién puede no querer volver a hablar con un periodista y decirle a sus amigos, a su familia y a la comunidad que hagan lo mismo? ¿Cómo encaja esta responsabilidad con la responsabilidad del periodista ante el resto de la audiencia? ¿Y cómo pueden las organizaciones de noticias mostrar al público que lidian con estas y otras cuestiones de poder y la posibilidad de daño, sin embargo inadvertidas? Porque esto también es un impacto, pero no del tipo que creo que queremos tener.
Umbreen Bhatti es directora de KQED Lab.
Artículo original Nieman Lab: https://www.niemanlab.org/2018/12/the-story-doesnt-end-for-the-people-we-quote/
Traducción: Cristian Roa, Catalina Hoyuelos y Miguel Huerta / Imagen Nieman Lab
Nieman Lab / Traducción y texto por Cristián Roa
Idea original: Carlos Aldunate / Realización y edición: Patricia Rivera / Producción: Pía Astaburuaga/ Edición digital equipo Práctica Electiva para Museo de Prensa: Catalina Alonso, Carolina Figueroa, Giselle Garrote y José Ignacio Barros