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Ciberodio: el creciente blanco contra las mujeres
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Ciberodio: el creciente blanco contra las mujeres

En Chile, 73% de las mujeres ha sido víctima de violencia digital. Según la ONG Amaranta, el acoso en línea se manifiesta como amenazas, insultos, difamación y hasta la invasión de la privacidad mediante fotos íntimas compartidas sin consentimiento. En ese reportaje, cuatro figuras femeninas del ámbito político y del espectáculo comparten sus experiencias enfrentando el ciberodio, un problema que, según relatan, trasciende las barreras digitales y afecta la vida más allá de las pantallas.

Por Valeria Castellanos y Magdalena Llanos

3 de Mayo de 2024

“Te impacta mucho porque te sientes muy mal, muy odiada, y rechazada. Da mucho miedo. Me dio miedo la gente, me dio miedo salir a la calle”.

Jani Dueñas, comediante, actriz y voz en off del programa La Divina Comida, dice que habitualmente recibe ataques misóginos, insultos, denostaciones y amenazas a través de las redes sociales.

El acoso digital en su contra se intensificó después del Festival de Viña del Mar en 2019, donde fue abucheada y recibió críticas por su actuación. Desde entonces, cuenta que ha enfrentado un nivel inesperado de hostilidad en línea, hasta convertirse en un objetivo constante de ciberacoso y violencia digital.

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“Basta un tuit, una foto o un comentario, y es muy loco como pareciera que se organizan para atacarte”, dice Jani Dueñas.

 

“Me sorprendió mucho el ataque de personas a través de todos los medios digitales posibles. Con amenazas de muerte, con mucha violencia verbal y psicológica, porque te tratan de ‘perdedora’, ‘ojalá te mueras’, ‘si te veo en la calle te escupo’, ‘ándate de este país’, cosas realmente desproporcionadas. Uno dice, ya, te fue mal en un show, te equivocaste, pero ¿es necesario que te quieran matar?”, señala la actriz a V240.

El acoso, lejos de aminorar, persiste, dice Jani Dueñas, “y no ha bajado ni un poquito, no necesitas salir en televisión y hacer algo que ofenda a todo Chile para que te pase esto. Basta un tuit, una foto o un comentario, y es muy loco cómo pareciera que se organizan para atacarte”.

Relata que, después de Viña, estuvo mucho tiempo sin querer salir a la calle y que, incluso, desarrolló un miedo a las multitudes y terror al tener que actuar en público o subirse a un escenario

Al igual que Jani Dueñas, 73,8% de las mujeres en Chile declara haber sufrido violencia digital, según constata el informe Chile y la violencia de género en Internet, realizado por la ONG Amaranta.

Javiera Rodríguez también es parte de esta cifra. La periodista e integrante de la red de mujeres “Las Mentoras” -que busca posicionar nuevos rostros femeninos para la derecha-, dice que sufre violencia digital de forma constante. Todo comenzó en 2018, recuerda, cuando se opuso a la toma feminista en la Universidad Católica, donde estudiaba, originada tras denuncias de violencia sexual y abuso de poder dentro de la institución. Su posición motivó ataques en su contra a través de redes sociales y otros medios digitales.

Desde entonces, el acoso virtual hacia ella no ha cesado. Agrega que debido a su participación activa en campañas como la del Rechazo al primer proyecto constitucional o durante los periodos electorales, también ha sido blanco de hostigamiento y difamación digital. “Los ataques van desde insultos y amenazas hasta la difusión de información falsa sobre mí, a fin de desacreditarme públicamente”, dice.

 

La periodista Javiera Rodríguez dice que todo comenzó en 2018, cuando se opuso a la toma feminista en la Universidad Católica, donde estudiaba.

 

“Me han dicho cosas horribles, sobre todo por ser mujer y por mi aspecto, o directamente me han ridiculizado. Incluso he sentido miedo, porque me han amenazado. En redes puedo ser simpática y parece que las cosas no me importaran, pero eso solo es parte de un personaje. Yo sufro”.

El caso de Javiera Rodríguez refleja los resultados de la Consulta Ciudadana Virtual sobre Violencia Digital, realizada por la Unidad de Género y Participación Ciudadana de la Subsecretaría del Interior. Según el estudio, las mujeres ocupan el segundo lugar como el grupo más expuesto a ser blanco de violencia digital (65%), después de los niños, niñas y adolescentes, quienes encabezan la lista con 88%.

Mónica Maureira, periodista especializada en género y derechos humanos, experta del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Belém do Pará, y académica de Periodismo UDP, explica a V240 que la violencia digital hacia las mujeres “es una manifestación más de la violencia de género, solo que facilitada por las nuevas tecnologías de la información. Lo que está en la base es la subvaloración de la mujer, el menosprecio hacia las mujeres o la correlación de poder que existe entre mujeres y hombres”. 

Este fenómeno abarca desde el acoso en redes sociales hasta la difusión de contenido íntimo sin consentimiento, insultos e incluso violencia que se traspasa desde las pantallas a la vida real. Y está dejando una marca profunda en muchas mujeres. Lo confirma el estudio ¿Es posible debatir en medio de discursos de odio?, realizado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad, que reveló que Chile es uno de los países con mayor aumento de la violencia antigénero a nivel regional. 

Cuando la violencia traspasa la pantalla

Para muchos, lo que le ocurrió a Valeria Cárcamo, militante de Revolución Democrática, es una muestra de la brutalidad de la violencia digital dirigida hacia las mujeres que se desempeñan en política. Cárcamo, quien es panelista de programas de debate político en televisión y en medios digitales, recibe habituales ataques cibernéticos. Pero esto escaló a principios de este año, cuando durante el programa Sin Filtros, el abogado y vicepresidente del Partido Demócratas, Gabriel Alemparte, le preguntó públicamente si había sido víctima de abuso sexual. El episodio desató críticas hacia Alemparte, pero también una intensa ola de ciberodio hacia Valeria Cárcamo, quien se vio sometida a un mayor escrutinio público, cuenta.

El informe Violencia política sexual y digital en Chile: Experiencias, contexto histórico y nuevas manifestaciones, de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), reveló que para mujeres afectadas por este tipo de violencia, como Cárcamo, lo peor es la sensación de exposición y el juicio público que reciben por estar y expresarse en espacios digitales. 

Durante días, el caso de Valeria Cárcamo ocupó titulares de prensa y generó debate sobre la violencia de género en el mundo digital. “Lo que me dio pena en ese momento fue que muchas mujeres que no han podido denunciar la violencia que han vivido, vieron que si denunciaban o decían algo, se les iba a interpelar en cualquier espacio”, señala.

Agrega que, tras el programa, una red de apoyo la ayuda a resguardarse de la violencia digital. “Imagínense para una persona que ha sido víctima de abuso o de violación verse en esa circunstancia, como ‘la víctima de Chile’, tendencia número 1 en redes sociales. Es absolutamente brutal, puede destruir a cualquiera, pero sin una red de apoyo afecta profundamente”.

La panelista Valeria Cárcamo cuenta que decidió capacitarse y tomar acciones en las plataformas como filtrar comentarios negativos, insultos o bloquear cuentas bot.

 

Aunque suele bloquear a quienes la insultan y mantiene sus redes sociales al margen, asegura que, en su caso, el nivel de violencia ha traspasado los límites digitales: “Alguien me siguió hasta el departamento y cuando yo iba entrando, me dijo que yo era comunista o algo por el estilo. Eso me asustó, porque la violencia digital pasa, de alguna forma, también a lo físico: amenazas de muerte y físicas, ‘sé dónde vives’, persecuciones. Tuve que dejar una denuncia”, relata. 

Ante los ataques cibernéticos, Valeria Cárcamo cuenta que decidió capacitarse y tomar acciones en las plataformas, como filtrar comentarios negativos, insultos o bloquear cuentas bot, entre otras precauciones. No es la única. De acuerdo al estudio Consulta Ciudadana Virtual sobre Violencia Digital, de la Subsecretaría del Interior, 83% de las mujeres que han sido víctimas de ciberodio realizó alguna acción para prevenir o resguardarse, como bloquear agresores, cambiar la configuración de privacidad o cerrar sus cuentas. 

Camila Avilés, concejala de la comuna de Renca por el Partido Demócratas y enfermera, también ha tenido experiencias de ciberacoso recurrentemente. Pero, para ella, la situación se desbordó en diciembre de 2023, cuando emplazó públicamente a la ministra Carolina Tohá por la inseguridad de la comuna. En la ocasión, la titular de Interior le respondió: ‘Que show más patético, hueona’, lo que quedó registrado en un video que se viralizó y que fue el antecedente al alto ciberodio que recibe hasta hoy, dice. “La ofensa permanente es la descalificación, ya sea por temas de género o por un pensamiento distinto en términos ideológicos. Acabo de borrar un comentario que decía ‘cállate maraca culiada’, textual”. 

 

“Cuando a una lo atacan de manera permanente, queda registro digital de todo y eso afecta también a las personas que te rodean, a las que te quieren”, señala la concejala Camila Avilés.

 

“Varias veces me han tratado de funar a través de redes sociales por lo que digo, pero hubo una persona que cruzó la línea de lo ideológico y se metió en temas personales. Yo la denuncié en el Ministerio Público y comuniqué que esto iba a terminar en tribunales en caso de que estas amenazas avanzaran. Cuando a una lo atacan de manera permanente, queda registro digital de todo y eso afecta también a las personas que te rodean, a las que te quieren. Mi hijo tiene cinco años, pero mañana va a tener redes sociales y va a ver las cosas que le dicen a su mamá. Esto afecta de manera importante a las familias”, señala la concejala.

Al respecto, Mónica Maureira detalla que las repercusiones de la violencia digital son multidimensionales y que pueden incidir en todos los aspectos de la vida de las mujeres que la experimentan. Esto se agrava porque, según el estudio de la subsecretaría del Interior, la lucha contra la violencia de género es desigual cuando se da en entornos digitales. “El algoritmo refleja nuestra cultura. Está diseñado mayoritariamente por hombres, quienes son predominantemente los programadores, dueños de plataformas y fabricantes de hardware. Dominan la industria, por lo tanto, no podemos esperar que los algoritmos nos ofrezcan una perspectiva diferente a esta cultura dominante”, subraya Maureira.

¿Y las leyes?

Actualmente, Chile no posee una legislación específica que regule las acciones de ciberviolencia por motivos de género, aunque existen proyectos de ley en el Congreso. 

En 2020, se presentó una iniciativa que propuso “proscribir, tipificar y sancionar la violencia digital en sus diversas formas, además de otorgar protección a las víctimas de la misma”. El proyecto fue aprobado en la Cámara de Diputadas y Diputados, y, cuatro años después, el lunes 15 de abril, comenzó la discusión en la Comisión de Seguridad Ciudadana de la Cámara. El Gobierno le ha dado urgencia para que sea despachado a Sala. 

Yo creo que es muy débil para el contexto en el que estamos del debate; o sea, quedó un poco desfasado”, opina Mónica Maureira. 

También se espera que el proyecto de Ley Integral de Violencia de Género -que busca “prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra toda mujer mediante la regulación de los mecanismos de prevención, protección, atención, reparación y acceso a la justicia para las mujeres víctimas de violencia”– impulse avances en la materia. 

Así lo afirma a V240 Antonia Orellana, ministra de la Mujer y Equidad de Género: “La Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres que impulsamos como gobierno y que se encuentra ad portas de ser promulgada, luego de siete años de discusión, incorpora modificaciones al Código Penal incluyendo la tipificación de actos de violencia digital que hasta el momento no eran sancionados por la legislación chilena y en ese sentido avanza hacia una mayor protección de las mujeres y de todas las personas en ese sentido. Esto es un avance respecto a la legislación actual y este delito sería sancionado con la pena de prisión y multa de 5 a 10 unidades tributarias mensuales dependiendo de la gravedad”.

“La Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres se encuentra ad portas de ser promulgada, luego de siete años de discusión”, dice la ministra Antonia Orellana.

Según Mónica Maureira, para reducir la violencia digital de género, es importante pedir a los Estados “un poder mayor de negociación con las plataformas. Que haya un proceso de regulación con políticas claras respecto de cómo denunciar, sancionar y bloquear”. 

 


Ilustración de portada generada por DALL-E

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