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De pie frente al miedo: así se vivió el cierre de la campaña del “No” en 1988
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De pie frente al miedo: así se vivió el cierre de la campaña del “No” en 1988

Reconstruimos la jornada en que miles de chilenos se reunieron para dar término a uno de los procesos políticos más importantes de nuestra historia reciente. Participantes y protagonistas de la jornada, recuerdan cómo se vivió la antesala del plebiscito que puso fin a la dictadura.

Por Martín Aceval y Francisco González

5 de Octubre de 2023

La mañana del 1 de octubre de 1988, en todas las ciudades de Chile, miles de personas salieron a las calles con poleras y banderas que contenían la misma expresión junto a un arcoiris de 6 colores a su izquierda: No. La ‘’Marcha de la Alegría’’, convocada por el comando del No, era el punto cúlmine de una campaña histórica que tuvo como objetivo ponerle fin, mediante las urnas, a la dictadura encabezada por Augusto Pinochet. En Santiago, la Panamericana Sur a la altura de Carlos Valdovinos, fue el escenario que recibió a más de un millón de capitalinos desde las primeras horas de la mañana.

La convocatoria tuvo como único orador a Patricio Aylwin, vocero de la “Concertación de Partidos por el No”, conglomerado de diecisiete organizaciones políticas que se conformaron en un espacio único para organizar la campaña que buscaba detener que el régimen autoritario se extendiera por ocho años más. Al acto, también se sumaron artistas como Los Prisioneros y Quilapayún.

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Celebración triunfo del NO - Gentileza: CENFOTO

Veintiséis días antes, el 5 de septiembre, a las 22:45, el periodista Patricio Bañados, en el inicio oficial de la campaña, en la franja del No decía en televisión abierta: ‘’Por primera vez en 15 años, quienes no comparten el pensamiento oficial, tienen la oportunidad de dirigirse a usted a través de un programa de televisión propio. Oportunidad para mí de reencontrarme con esta profesión también, de la que fui marginado hace más de 5 años. Pero 15 minutos en 15 años no es mucho, y vamos a esa alegría que viene’’, dando paso al spot con el lema de ‘’Chile, la alegría ya viene’’

Ese 1 de octubre a las 11:30 de la mañana, Bañados en la televisión anunciaba lo que durante esa mañana ya se estaba gestando: ‘’Buenos días. Este es nuestro último programa. Durante 27 días hemos estado junto a usted mostrándole a Chile en todos sus aspectos. Ahora, la alegría está en marcha. Ha recorrido caminos y regiones de Chile, y hoy llegó a Santiago. Cientos de miles de personas han salido a recibir esta Marcha de la Alegría’’.

 

“De pie, que vamos a triunfar”

Desde muy temprano por la mañana de ese primer día de octubre, personas de todos los sectores de la Región Metropolitana se encaminaron a pie o en auto a lo que sería una de las concentraciones políticas más grandes en la historia de Chile. El objetivo de miles esa mañana era reunirse, venciendo el miedo que asoló la vida política tras el golpe de estado y clamar abiertamente ‘’adiós, general’’.

El exministro del Interior y en ese momento parte del comando del No de la comuna de Las Condes, Francisco Vidal, recuerda: ‘’Con la gente del comando nos fuimos en auto, pero a unas veinte cuadras antes del lugar exacto, nos bajamos y comenzamos a caminar hacia el escenario, pero jamás llegamos. Era una masa enorme de gente’’. Patricio Cuevas, periodista y académico de la Universidad Diego Portales, relata una experiencia similar: “Yo salí al cierre de campaña, pero nunca llegué. Salí temprano con mi grupo de amigos y caminamos hacia el lugar de la concentración, pero nunca llegamos al escenario, no vi nada ni escuché nada, porque la cantidad de gente era impresionante y no te dejaba avanzar’’. 

La masividad era algo que tanto artistas como asistentes veían con emoción. Desde el Comando del No, una vez terminada la jornada, calcularon que cerca de 1 millón 200 mil personas estuvieron presentes ese día en la concentración. Jorge González, vocalista de Los Prisioneros, de pie frente a la masividad del evento y con su tono especialmente desafiante, exclamó: “Alguien dice que somos más de cien mil personas acá. No así como las concentraciones del chacal, que tan sólo llevan cuatro mercedes”, haciendo alusión a la concentración por el Sí realizada el día anterior, la que fue protagonizada por una caravana de autos.

 

Carmen Gloria Sandoval, dirigente estudiantil de la Izquierda Cristiana en 1988, recuerda con emoción esa mañana y menciona que por decisión propia decidió vivir esa experiencia con su familia y no con los miembros del partido. “Teníamos la convicción de que estábamos haciendo algo importante para el país. Si bien, estábamos lejos del escenario, teníamos nuestra radio a pila y escuchábamos la Radio Cooperativa. Así sabíamos lo que estaba pasando”. A esto, Carmen Gloria añade que aunque sabía que ese día estaba viviendo un día histórico, verbalizar las emociones 35 años después, lo hace más emocionante, y que pese a que toda la esperanza que se vivía en el momento, la mixtura junto al temor siempre los invadía.

 

15 años de silencio

En 1988, los ojos del mundo se posaron sobre Chile. Tras quince años de dictadura cívico-militar, se llevaría a cabo un plebiscito en el se definiría la continuidad o el fin del régimen autoritario. Frente a esto, para esta votación se fijaron dos opciones: el SÍ, que permitiría a Pinochet permanecer 8 años más en el poder, y el NO, que daría paso a elecciones democráticas.

A inicios de febrero del ‘88, se constituyó de manera oficial la Concertación de Partidos por el No, coalición política de partidos de centro izquierda, que tenía como objetivo terminar con la dictadura mediante el plebiscito a realizarse el 5 de octubre de ese año. En este conglomerado, vislumbraban personajes como Patricio Aylwin, Carolina Tohá y Ricardo Lagos. Este último, fue protagonista de uno de los momentos más recordados de 1988, el cual expuso la esencia de lo que la campaña del “No” buscaba: terminar con cualquier atisbo de miedo en las personas. “Usted (refiriéndose al entonces dictador, Augusto Pinochet) va a tener que responder”, afirmaba Ricardo Lagos, el 25 de abril en el programa “De cara al país” de Canal 13, conducido por Lucía Santa Cruz, Roberto Pulido y Raquel Correa. Con una mirada penetrante apuntó con su índice derecho a una de las cámaras del estudio, dando origen a lo que años más tarde sería recordado como ‘’el dedo de Lagos’’.

 

Ese 25 de abril mostraría lo que sería el precedente de lo que meses más tarde, en Carlos Valdovinos con la Panamericana Sur. Cerca del mediodía, el director orquestal chileno, Juan Azúa, en conjunto con una pequeña orquesta entonaron una serie de cortinas musicales para animar al público presente. “Chile, la alegría ya viene”, “Chile, puro corazón”, “Chile dice No” y “Que se vaya Pinochet”, fueron parte del cancionero En paralelo, a las 11:30 de la mañana, mientras miles de personas caminaban cantando ‘’Chile, la alegría ya viene’’ camino a la Panamericana Sur, en el aeropuerto de Santiago, Arturo Merino Benítez, el cantante español Joan Manuel Serrat, era impedido a bajarse del avión para ingresar a Chile. Con la tristeza de no poder interpretar el poema de Miguel Hernández, ‘’Para la libertad’’, que se había convertido en un lema de esperanza para miles de chilenos, en el baño del avión grabó un audio que luego fue emitido en el acto: ‘’Muy pronto vamos a estar juntos, cuando de nuevo Chile sea lo que siempre fue, un país ejemplo de libertad, de respeto mutuo y de paz’’.

Luego del mediodía y cerrando la jornada, con gran expectación por parte del público, Quilapayún subió al escenario a interpretar después de quince años aquellas canciones que marcaron época a inicios de los ‘70. Su última presentación en Chile, antes que sufrieran el exilio, fue frente a miles de personas en la Alameda, donde sonó ‘’El pueblo unido jamás será vencido’’. En 1988, ahora frente a más de un millón de personas, nuevamente esta canción volvió a sonar desde la voz de sus intérpretes. ‘’Fue muy emocionante para nosotros, porque en cierto modo, era volver a la misma situación que habíamos dejado cuando salimos de Chile (…) habían pasado 15 años y volvíamos a estar en la misma situación, con miles de personas coreando El pueblo unido’’ relata con emoción Eduardo Carrasco, fundador de la agrupación.

Carrasco, recuerda que ese día no lograban escuchar muy bien lo que estaban tocando, ‘’pero había una respuesta, porque toda la gente cuando gritábamos ‘’el pueblo unido jamás será vencido’’, levantaban los brazos y los movían. Era una cosa muy sobrecogedora para nosotros, volvíamos a Chile después de 15 años y el hecho de estar acá, mirar la cordillera, estar en una situación muy parecida a la que habíamos dejado, era muy emocionante”.

“Era un clima de mucha tensión, pero de mucho entusiasmo también. Toda la gente estaba muy contenta con el resultado, con la respuesta que había tenido la manifestación, que es una de las más grandes que se han hecho en toda la historia de Chile. Era un clima de tensión y al mismo tiempo de entusiasmo”, cuenta Carrasco.

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Celebración triunfo del NO - Gentileza: CENFOTO

Tras la actuación del Ballet Folclórico Chileno, cerca de las 15:00, Patricio Aylwin sube a la tarima para cerrar el acto. “Aunque tenemos la certeza de que el NO ganará, hemos dicho claramente, que siempre que el acto se realice en condiciones correctas, reconoceremos sus resultados cualquiera que sea. El gobierno todavía guarda silencio. El país tiene el derecho a exigirle una declaración semejante (…) Esperamos que producido el triunfo del NO, los altos mandos de las fuerzas armadas y de orden, que detentan el poder, facilitaran el cumplimiento de la decisión del pueblo, lo que hará posible acuerdos indispensables para realizar los cambios institucionales necesarios para avanzar sin quiebres’’.

‘’No queremos vencedores ni vencidos. En la nueva democracia, habrá tarea para todos, porque Chile requiere del esfuerzo y colaboración de todos sus hijos. Afrontaremos el futuro con esperanza y con responsabilidad. Todos debemos estar a la altura de lo que la patria nos demanda’’, añadió Patricio Aylwin, adelantando lo que sería su papel como el primer presidente electo democráticamente tras 17 años de dictadura.

Para Carmen Gloria y Francisco Vidal, la sensación tras el acto de cierre de campaña fue de victoria, pues habían logrado vencer el miedo y temor de enfrentar la dictadura. ‘’Todo lo que se hizo, se hizo con la fuerza de ganar. Si tu dudas, no avanzas’’ comentó sobre las ideas tras el acto Sergio Bitar, exministro de Minería de Allende, quien también estuvo presente junto a Lagos y miembros del PPD. Para Bitar, el foco central del acto fue que ‘’la gente se sintiera junta, ir a las calles, que se mirara las caras, que se tomara de la mano, que cantara juntos, que hubiera un sentido colectivo, que ninguno iba a tener poder aislado. Ese era el sentido del acto’’.

La mañana de ese primer sábado de octubre para Bitar representó que ‘’lo que la dictadura hacía era aplastarnos con el miedo, aplastarnos con asesinatos. No es solo un acto de campaña, es una expresión de un sentimiento, de la explosión de la voluntad de un país entero’’.

Y ese 1 de octubre, la voluntad de un país entero se manifestó a lo largo de todo Chile bajo la misma consigna: No.

‘’Ese es un día en que culmina y uno se jugaba todo. El pueblo dio su voz. Estábamos asustados, teníamos la esperanza y fue, yo diría, lo que cambió el horizonte de nuestra vida. El acto era uno para poder expresar que había fuerza electoral y había fuerza social detrás, que esto no se podía borrar con la voluntad de una dictadura y decir, ya no me gustó y cierro esto’’, señala Bitar sobre el cierre del acto. Cinco días después de esta congregación, a las 01:03 hrs, el Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Fernando Matthei le habla a los medios entrando a La Moneda: ‘’Parece que realmente ganó el No. Al menos para mí, lo tengo bastante claro ya’’.

 

Imágenes: Gentileza CENFOTO UDP

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