César Mallea había visitado a su hija de 19 años, Catalina, como solía hacer. Aquella noche del jueves 24 de octubre se cumplía la sexta jornada de toque de queda en la Región Metropolitana tras el comienzo de las manifestaciones sociales en el país. Después de pasar la tarde con su hija, el mecánico automotriz de Peñaflor regresó a su casa en Malloco a las 23:30 horas aproximadamente. Sin embargo, ninguno de sus familiares lo volvería a ver con vida. Se transformó, en extrañas circunstancias, en una de las 23 víctimas del estado de emergencia en Chile.
Cerca de las 2:30 de la mañana del viernes 25 de octubre César se comunicó con su ex esposa. Vía telefónica le comentó a Ana Castillo que se encontraba detenido en la 56° Comisaría de Peñaflor por infringir el toque de queda. César le pidió que se presentara a las 8:00 AM del mismo día en la Fiscalía de Talagante, lugar donde sería liberado. Aquello nunca ocurrió. “Él me insistió mucho que fuera puntual y que se juntaría con su hija al día siguiente, por eso no creo que se haya suicidado”, comentó Castillo al ser contactada.
Castillo recibió otras cuatro llamadas de su ex marido, todas de un número de una funcionaria de Carabineros de identidad desconocida. “No manejamos información del horario de detención de mi hermano, pero sí los audios que efectuó a las 2 de la mañana y posteriormente a las 4 desde el teléfono de una carabinera”, relata Marusella Mallea en su declaración en la Comisión de Derechos Humanos.
El carabinero me dijo que estaba muy oscuro cuando se ahorcó”, agregó la ex mujer de César, lo cual contrasta con la versión entregada por la institución.
A las 6:30 de esa mañana, los padres de César recibieron el llamado de Carabineros informando que su hijo había sido encontrado sin vida. Sus cercanos inmediatamente dudaron de la versión oficial. “Como familia, desde el primer momento descartamos absolutamente la explicación de Carabineros”, enfatiza en su testimonio la hermana de la víctima. El César que ellos conocían no habría sido capaz de atentar contra su vida.
Vacíos inexplicables
Una vez en la Comisaría, la familia solicitó los documentos de detención de César Mallea. Sin embargo, el oficial a cargo se los negó. Al pedir la revisión de los vídeos en las cámaras de seguridad, notan un vacío que se produce entre la hora en que César es ingresado al calabozo y el momento en que es encontrado ahorcado. La versión de Carabineros señala que en ese lapsus de tiempo las cámaras sufrieron un desperfecto.
“A mí en el momento no me mostraron las cámaras. Me mandaron al hospital de Peñaflor y después de diez minutos me mandaron a buscar, que el oficial quería hablar conmigo. Ahí me mostraron las cámaras pero me mostraron ‘todo lo bonito’: cuando entregó sus cosas, cuando entró en el calabozo pero en ningún momento cuando se suicidó”, relata Ana Castillo. “El carabinero me dijo que estaba muy oscuro cuando se ahorcó”, agregó la ex mujer de César, lo cual contrasta con la versión entregada por la institución.
Marusella Mallea, en tanto, tiene otra versión. “El oficial a cargo de la comisaría nos ofrece ver varias grabaciones de las cámaras de seguridad del calabozo. Precisamente en el momento en que íbamos a ver las cámara, el encargado le informa a su superior que hubo un desperfecto en el sistema de seguridad de las cámaras del calabozo, que solo tenían algunos archivos guardados en un PC portátil”, relata la hermana de César. “Nunca nos mostraron la secuencia completa”, agregó en su declaración.