El hurto de una ampolla de fentanilo desde el Hospital de Iquique hace algunas semanas fue pauta obligada en la prensa y en matinales. Las miles de muertes en Estados Unidos a causa de esa droga encendieron las alertas en Chile. La indagación del Centro de Investigación y Proyectos Periodísticos (CIP) de la Universidad Diego Portales, arroja que desde 2017 se sustrajeron al menos 199 ampollas desde hospitales y clínicas de la Región Metropolitana. No es todo. En 2021, el laboratorio Sanderson reportó el robo de 1,6 kilo de fentanilo desde su bodega y decenas de kilos de ketamina y morfina. El hecho no había salido a la luz pública y hasta ahora no hay rastro del botín. El laboratorio Biosano también registra robos de psicotrópicos y estupefacientes. Lo grave es que ya hay evidencia de decomisos de ampollas de fentanilo en poder de redes narco.