Raquel Martí, directora de UNRWA: “No hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza”

Al momento de esta entrevista, se cumplían seis meses de incesante bombardeo en la Franja de Gaza, tras el estallido del conflicto que se inició con el ataque contra Israel realizado por Hamás, el 7 de octubre de 2023. Las imágenes de víctimas civiles, desplazamientos forzados y destrucción de viviendas y hospitales, son abrumadoras. Según el Ministerio de Salud Palestino, más de 34.500 personas han sido asesinadas en Gaza, la mayoría niños, niñas y mujeres. Además, alrededor de 77 mil personas han resultado heridas, de acuerdo a un reciente informe de UNRWA, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, “y es muy probable que una vez que acabe la ofensiva militar y haya un alto el fuego y se puedan empezar a desescombrar, se van a recuperar muchísimos cadáveres. Es posible que aparezcan otras fosas comunes y que el número de asesinados sea muchísimo mayor que los datos que se están ofreciendo en la actualidad”, dice Raquel Martí a V240.

Experta en cooperación internacional y ayuda humanitaria, Martí es licenciada en Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid y, desde 2008, es directora ejecutiva del comité español UNRWA. De visita en Chile, invitada por la Comunidad Palestina, recibió a V240 tras una apretada agenda que incluyó reuniones con autoridades y medios de comunicación.

–Tengo que decir que nos hemos quedado cortos en cuanto a todo lo que iba a suceder en Gaza en estos seis meses –afirma–. A partir del 8 de octubre, Israel decreta el cierre de todos los cruces, incluido el egipcio, que es atacado en cuatro ocasiones hasta que lo cierran, y prohíbe la entrada de todo tipo de insumos dentro de la Franja de Gaza: alimentos, combustible, medicamentos, absolutamente todo. El acuífero de Gaza está contaminado, no hay agua potable e Israel cierra el suministro de agua y el eléctrico. La ONU alertó a la comunidad internacional, porque todo se estaba agotando en Gaza, con el fin de que presione e Israel dejara entrar ayuda. Para que tengan una idea, antes del 7 de octubre entraban 500 camiones diarios con agua y combustible, lo que para nosotros era una situación insostenible. Hoy, en el mejor de los casos, entran 180.

Martí describe la dramática situación con calma, pero insiste varias veces en la necesidad de que la comunidad internacional ejerza más presión para frenar el conflicto, en especial por la hambruna que se ha desatado en la zona.

–Israel destruyó la flota pesquera de Gaza, bombardeó las granjas, los campos agrícolas, todo el sistema de regadío y, poco a poco, se ha ido acabando la comida. Esto ha producido que la inseguridad alimentaria se haya incrementado. En la actualidad, hay 1 millón 100 mil personas que padecen el mayor grado de inseguridad alimentaria del mundo, están en un nivel catastrófico.

La directora ejecutiva de UNWRA también se refiere al sistema sanitario de Gaza, el cual, afirma, está “colapsado”.

–(Israel) ha bombardeado los hospitales, las clínicas de salud, las ambulancias y ha matado a personal sanitario. Quedan 11 hospitales, todos ellos han sido atacados y están operando en forma absolutamente parcial, no hay medicamentos, ni suministros médicos. Israel no permite la entrada de anestésicos, con lo cual los médicos se ven obligados a operar o amputar o hacer cesáreas sin anestesia. Hay cientos de heridos desangrándose en el suelo y los médicos tienen que determinar a quién salvar, porque no dan abasto.

"Los edificios son esqueletos. Es inquietante. A cualquier casa que aún esté en pie le faltan paredes enteras; puedes ver vidas anteriores, congeladas en el tiempo"
🎙️ @UNWateridge

📹 +70% de las casas en la franja de Gaza han resultado dañadas o destruidas. pic.twitter.com/m47V7UBUue

— UNRWA.es (@UNRWAes) May 2, 2024

Raquel Martí agrega que nunca existieron los “corredores humanitarios” de los que habló la prensa, “lo que hubo fueron desplazamientos forzados, que son ilegales para el derecho internacional humanitario. Además, cuando a las personas se le ha obligado a desplazarse, han sido asesinadas o se les ha bombardeado. No hay ningún lugar seguro en la Franja de Gaza“, se lamenta.

En medio de su trabajo humanitario, la neutralidad de UNRWA fue puesta en duda por Israel, que acusó a la agencia de tener 12 empleados vinculados a Hamás. A raíz de esto, la ONU despidió al personal implicado y abrió una investigación interna, dirigida por la excanciller francesa Catherine Colonna, la que concluyó que “la información aportada por Israel fue insuficiente”.

–No se puede criminalizar a una agencia que lleva 75 años trabajando y que, además, tiene 33.000 trabajadores, por lo que hayan podido hacer 12 de sus trabajadores –responde, enfática, Raquel Martí–. Creemos que estas acusaciones no tienen que ver con nuestra neutralidad, estas acusaciones son políticas y tienen un objetivo muy claro: acabar con UNRWA para ganar la guerra de Gaza. Para cumplir los objetivos de Israel, es necesario que no exista una agencia que defienda el derecho de los refugiados de Palestina. Si UNRWA desaparece de Gaza, no va a haber forma de coordinar la ayuda humanitaria dentro de la Franja.

–La acusación de Israel implicó que algunos países que otorgan financiamiento a UNRWA, como Estados Unidos, decidieran retirar su apoyo. ¿Cómo han enfrentado esta situación?

–No vamos a poder seguir adelante, a no ser que otros países decidan incrementar su financiamiento, y dudo que lo vayan a hacer. En estos momentos UNRWA está en la situación más crítica de su historia, puede desaparecer sin llevar a cabo su mandato. Lo que es realmente necesario es que UNRWA desaparezca, pero no cuando lo decida Israel, sino cuando la población refugiada de Palestina logre tener sus derechos reconocidos y puedan regresar a sus hogares o determinar qué quieren hacer ellos con su vida. Vamos a hacer lo posible por continuar trabajando en Gaza, a pesar de todos los impedimentos y problemas que nos pueda poner.

Martí agrega:

–En estos momentos, lo que está en juego no es solamente Palestina, sino que son los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, además de lo que significa Naciones Unidas. Se pueden hacer muchísimas críticas a la ONU, pero es evidente que sin ella la situación sería peor para todo el mundo. Por otro lado, es cierto que algunos países utilizan el veto en el Consejo de Seguridad, donde las resoluciones son vinculantes, para vetar todas las resoluciones en favor de Palestina e, incluso, para vetar las resoluciones de alto al fuego. Es lamentable.

–Chile tiene la comunidad más grande de palestinos fuera del mundo árabe. ¿Cree que el país debería tener una participación más activa en la denuncia de lo que está ocurriendo en Gaza? ¿Qué le parece la posición que ha tomado el Presidente Boric frente al conflicto?

–Todos los países deberían de tener una posición más activa en torno a lo que está ocurriendo en Gaza y creo que en la mayoría debería pasar de las palabras a los hechos. Se puede hacer mucho para frenar esta escalada militar en Oriente Medio, incluyendo la imposición de un alto al fuego para que acaben de una vez por todas los asesinatos contra la población gazatí. Y es fundamental trabajar para que haya un reconocimiento de dos Estados, el palestino y el israelí, y que ambas sociedades puedan vivir en fronteras seguras, con paz, y que los palestinos dejen de estar ocupados por Israel. Creo que esto es en lo que deberían trabajar todos los líderes mundiales. Lo poco que sé de la política chilena es que, evidentemente, el gobierno está siendo crítico con las violaciones del derecho internacional humanitario y denuncia lo que está pasando en Gaza. Yo agradecería y le pediría a la comunidad chilena que aumentara su apoyo a UNRWA, que ahora mismo es fundamental.

–Desde su perspectiva, ¿la creciente tensión entre Israel e Irán podría agravar el conflicto actual en Gaza?

–Evidentemente puede haber una escalada regional y otros países podrían verse inmersos en el conflicto, no solamente Irán, sino que también El Líbano. Esto puede ser una catástrofe para toda la región. Además, si hay un enfrentamiento abierto contra Irán o contra El Líbano, se va a desviar el foco de atención en Gaza.

–¿Considera a Hamás como un grupo terrorista?

–UNRWA no trabaja con Hamás, porque tanto Estados Unidos como la Unión Europea consideran que es un grupo terrorista. Yo creo que los atentados cometidos el 7 de octubre son un acto terrorista contra la población israelí y, evidentemente, si denunciamos las violaciones contra el derecho internacional humanitario que Israel comete en Palestina, también hay que denunciar las violaciones que comete Hamás contra la población israelí.

–¿Cree que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, debería ser llevado a juicio como criminal de guerra una vez que termine el conflicto, como solicitaron abogados chilenos ante la Corte Penal Internacional?

–Eso es algo que tendrá que determinar la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional. Lo que se está investigando es si Israel ha cometido genocidio contra la población de Gaza y esperemos ver las conclusiones. Lamentablemente no va a ocurrir pronto, porque estas investigaciones llevan muchísimo tiempo. Tendremos que ver si dentro de unos años la Corte Internacional de Justicia confirma que ha habido un genocidio y esperemos que existan consecuencias para Israel por todos los crímenes que está cometiendo, pero también para Hamás.