Aunque prohibidas en países como Brasil, Argentina y Uruguay, las carreras de galgos convocan a cientos de fanáticos en Chile. Se estima que hay al menos 300 canódromos repartidos por todo el país —la mayoría en la Metropolitana, el Maule y Biobío—, donde se realizan cerca de mil competencias al año. Muchos de estos recintos venden suplementos y medicamentos sin control veterinario ni autorización del SAG. A pesar de las denuncias por maltrato animal, los galgueros defienden esta práctica, niegan cualquier abuso y argumentan que los perros son entrenados y cuidados con dedicación. Ya han logrado frenar dos intentos legislativos por prohibir esta actividad.