Si hablamos de activismo, este también se formó tempranamente en Ana María Gazmuri. Desde que era estudiante, siempre optó por cargos de liderazgos dentro del curso y por defender a quienes más lo necesitaban. “Siempre he tenido un profundo sentido de la justicia, de rebelarme frente a la injusticia. Creo que desde ahí viene el activismo”, enfatiza. Es necesario aclarar que su activismo por la demanda de la legalización de la marihuana se dirige hacia términos de salud y los derechos humanos que rozan con la Ley de Drogas. Tras casos mediáticos, Ana María Gazmuri comenzó a sacar la voz por redes sociales para defender a quienes eran acusados por crímenes por el hecho de consumir marihuana.
Fundación Daya surgió bajo esta misma idea: la de defender el uso medicinal y los derechos humanos de quienes desean utilizar el cannabis sin cometer ningún crimen. Su significado viene del sánscrito y se traduce como “amor compasivo”. Daya crece en un Chile con un bajo nivel de salud. Por esta razón, la fundación ha desarrollado estudios de la marihuana y sus beneficios medicinales. Hoy, muchas comunas desean sumarse al proyecto que en un principio se inició con las peticiones del actual Alcalde de La Florida, Rodolfo Carter. En el pasado mes de abril, este cultivo logró hacer su primera cosecha legal, entregando el liderato a Chile en políticas medicinales sobre la marihuana dentro de la región.
Para Ana María Gazmuri, la fundación que lidera ha significado un éxito dentro del país. ¿La estrategia? Una tarea simple, pero difícil: Cambiar el paradigma sobre la marihuana desde los cimientos sociales. Daya ha realizado una fuerte tarea política-social en generar una nueva visión sobre la marihuana, con el fin de obtener un apoyo en las reformas que luego impulsaron en las “elites tomadoras de decisiones”.
“Hay que decir que <<en la medida de lo posible>>, nos quedó un poco corto”.Este es el discurso más crítico de Ana María Gazmuri. Señala que obviamente este país en transición democrática es diferente al de la dictadura, pero que este proceso ha generado una desilusión en ella que ha participado desde la campaña del NO. Por ello ha puesto sus esperanzas en el Frente Amplio, donde ha percibido una tercera opción que tanto le faltaba al país. “Comparto las opiniones de Alberto Mayol, me gusta mucho como candidato, pero tengo más cercanía con Beatriz”, argumenta Ana María por su decisión de integrarse al comando de la candidata. Ahora Gazmuri tiene otra etapa de su vida política que cumplir: La de liderar el proyecto de nuevas políticas de droga que presentará la abanderada del Frente Amplio en las elecciones de noviembre.
“En segunda vuelta apoyaré a Beatriz Sánchez, ¿a quién más?, no quiero colocarme en otro escenario”.
“Como la persona encargada de políticas de drogas en el comando de Beatriz Sánchez, obviamente lo que espero es que sigamos avanzando en la política de drogas basado en los derechos humanos, la salud y la justicia social”
La confianza de Ana María Gazmuri se resume en una sola frase: “En segunda vuelta apoyaré a Beatriz Sánchez, ¿a quién más?, no quiero colocarme en otro escenario”.
Sobre los últimos cambios a la Ley de Droga, Ana María Gazmuri resalta los movimientos sociales que se han empoderado durante los últimos años y han logrado cambiar un poco la concepción social y legal sobre la marihuana. En tanto al gobierno de Michelle Bachelet, señala que han habido avances como retrocesos.
El mayor retraso de este progreso se dio con “Mariano Montenegro, el adalid del prohibicionismo, el mismo que puso el cannabis en lista 1 (drogas duras) ¡Tremendo! ¡Tremendo! Con una mirada exagerada, con una campaña del terror”, además agrega de este personaje “que quiso meter más de 250 mil usuarios de cannabis que necesitaban internarse, cuando en realidad, por drogas, son 200 mil usuarios y solo el 5% es de marihuana y él quería meter 250 mil personas a centro de rehabilitación. ¡Negocio redondo para los centros de rehabilitación de su amigo Orpis!”