LA EXPERIENCIA TELEVISIVA
Llevas cerca de 15 años en TVN. Desde esa perspectiva ¿cuáles sientes tú que han sido los hitos que han marcado tu camino periodístico, o que cambiaron tu perspectiva?
–Mi carrera periodística en los 10 primeros años fue en el área de periodismo internacional. Yo partí y me quedé trabajando en TVN después de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos. Eso, obviamente, marcó un antes y un después en relación al tema del terrorismo, además, de una manera mediatizada que no se había visto nunca antes.
Yo creo que la cobertura más importante para mí fue la del terremoto en Japón, por lo que significó en términos del desafío, que fue mucho más grande de lo que se pensó en un comienzo, porque no era una catástrofe natural solamente, sino que además trajo el tema de la amenaza nuclear, algo que nadie se esperó en un primer momento. Cómo te mueves en un lugar donde no entiendes nada, no hay bencina, no hay comida, estás en una zona de catástrofe y uno tiene que sobreponerse a eso para tratar de informar desde la mirada chilena, que es lo que a mí me parece relevante cuando uno envía a una persona a hacer una cobertura.
En Chile tenemos una cobertura internacional muy menor, muy insuficiente a mi juicio. Yo fui editora del área internacional, así que lo digo con propiedad. Hay un tema de prioridades que me parece que hace que quede siempre relegado, salvo cuando hay un gran evento. El problema es que cuando tú no tienes una cobertura internacional permanente, cuando pasan las grandes cosas, llegas tarde. Por ejemplo, cuando tratamos de entender por qué Donald Trump sale elegido Presidente en Estados Unidos, llegamos tarde al análisis y los medios ahí estuvieron muy desorientados y desapegados de lo que estaba pasando.
Entonces, tú sientes que los 10 primeros años estuvieron para ti marcados por el tema internacional y desde ahí tú haces un cambio.
– Claro. Yo hacía política internacional y ahora me metí de plano en la política nacional que es algo que también siempre me gustó mucho. Si uno va revisando los fenómenos, hoy día más que nunca, uno se da cuenta que lo que pasa aquí, pasa en E.E.U.U y pasa en Europa. Entonces, está súper vinculado, no es raro que haya hecho ese “cambio”.
EN VIVO, ONLINE Y ON THE RECORD
Y desde ahí, ese cambio también va de la mano en estos últimos 5 años, con tener una presencia en redes sociales. ¿Cuál es tu relación con esta nueva forma de ser periodista? Tú en tu Twitter dices “aquí hablo a modo personal“, aludiendo a esa tensión que hay siempre entre “yo represento a mi medio”, o “me represento yo misma”, que en otras partes es más estricta.
– Es una tensión que no está resuelta del todo. Creo que finalmente lo que han hecho los medios y los periodistas es ir tomando ciertas decisiones, pero son arbitrarias. ¿Tú eres solamente lo que es tu medio? ¿No tienes derecho a tener una opinión propia? ¿Tus seguidores son tus seguidores por lo que tú eres sola, como persona? o ¿son tus seguidores por lo que tú representas que es tu medio de comunicación? Me parece que es un tema que no está resuelto y no sé si alguna vez se va resolver de manera tan clara. Yo hago esa aclaración porque el canal nos pidió que lo hiciéramos en el fondo.
Para mí las redes sociales son súper importantes, principalmente uso Twitter. Creo que para los periodistas es como lo más significativo en términos del feedback de información. Pese a que Facebook es más popular, Twitter me parece que es donde la gente quiere decir cosas porque justamente está pensado para decir lo que tú piensas, lo que estás sintiendo, lo que estás opinando. Además, bueno, todos los medios de comunicación en el fondo tienen su plataforma en RRSS y la usan activamente, y se transforma en el primer acercamiento que uno tiene con las noticias. Sin embargo, yo, personalmente por una decisión mía, no uso información que no sea de un medio que a mí me parezca respetable o serio. Trato de siempre citarlo y cuando estamos hablando de algún evento que sea, por ejemplo en la calle y hay gente que está informando, espero que haya por lo menos tres fuentes distintas reportando más o menos lo mismo; siempre tomando ciertos resguardos de no publicar una fotografía si no tengo certeza de que no sea cierto, etc.
Tú estás en vivo en la televisión y estás al aire y online, on the record todo el rato… ¿cuáles crees que tú que son los riesgos y beneficios?, ¿cuál es el balance que tú ves ahí de estar permanentemente on the record?
– Es agotador. Es riesgoso porque las posibilidades que uno tiene de equivocarse con un dato, con una cifra, con un nombre es mayor porque estás permanentemente ahí. Pero sigo creyendo que es súper beneficioso igual. Pese a todo, si uno hace el balance, hasta ahora para mí sigue siendo una súper buena fuente de información y de feedback de opinión.
EL FUTURO DE LA TV
¿Cómo ves la televisión hacia el futuro? ¿Cómo te la imaginas?
– Lo veo con incertidumbre. Creo que la televisión como la conocíamos se acabó, de eso sí estoy segura. Como esta caja tan masiva, tan transversal, tan aglutinadora de público, yo creo que eso ya terminó y es cosa de ver lo que hacen las generaciones inmediatamente después a la mía y son cabros que no ven televisión, ni siquiera es un tema de oferta programática, que los programas son mejores o peores. No ven televisión porque no lo tienen incorporado como un hábito. Entonces, yo creo que la TV está en un proceso de transformación, no sé hacia dónde, yo creo que hacia la segmentación total, pero no sé de qué manera va a competir con estas plataformas y de qué manera se va a poder sustentar, teniendo ahora plataformas que te permiten ver lo que tú quieres, a la hora que tú quieres y de la manera que tú quieres, ese “On Demand” que antes no existía. La masividad de la televisión yo creo que se acabó.
Creo que esa transformación es para la programación más de entretención, pero pasa algo distinto con el periodismo informativo televisivo. ¿Tú lo ves en la misma dirección?
– Sí, porque es lo que pasa también con los medios web. Cada público busca la información que más le acomode con la mirada que más le acomoda, no es que se sienten pasivamente a esperar que se les entregue la información que el medio determine, sino que es lo que yo quiero escuchar, de quien yo quiero escucharlo. Cada periodista se va a ir transformando en su propio medio en el fondo, en su propia multiplataforma y eso uno lo está viendo ya.
¿Tú te ves en ese canal?
– Lo tomo como un desafío. Creo que es interesante, es súper desafiante. Creo que si todo va para allá, uno también tiene que ser capaz de adaptarse. Es raro, sí, pero creo que puede ser una experiencia súper interesante.
SER PERIODISTA Y MUJER
¿Cuánto esfuerzo más requiere ser mujer líder de opinión y además tratar de derribar estereotipos?
– No sé si lo llevamos a número cuánto más, pero de que es una realidad, es una realidad absoluta. O sea, lo que dice ella respecto a que hay primero que demostrar, pongámoslo en positivo, que uno es inteligente, que uno es capaz antes de poder empezar a hacer realmente tu trabajo, cosa que el hombre normalmente no tiene que hacer. Me parece que es un desafío como lo es para cualquier mujer en cualquier otra área de trabajo, lo que pasa es que en términos de los medios de comunicación, lo nuestro es más visible. Entonces no solamente uno tiene que luchar por ese tipo de estereotipos, sino que con una serie de otros micros machismos que están permanentemente muy instalados desde el cómo te ves, que para los hombres no es un tema. Nadie cuestiona si un periodista X está más gordo, más flaco, más canoso; no es tema. Para las mujeres es un tema permanente, sobre todo para quienes estamos en televisión. Hasta ciertas actitudes que una puede tener como periodista, por ejemplo, como entrevistadora: cuando un hombre alza la voz es un sinónimo de que tiene actitud, que es capaz de imponerse, que tiene carácter; cuando una mujer alza la voz es más fácil que se le diga que es una histérica a que se le diga que es una mujer con carácter. Entonces, todo eso es un tema que está permanentemente ahí y que recién ahora, siento yo, lo estamos empezando a visibilizar. A mí me lo dijeron en más de una oportunidad, o sea, “no te vamos a mandar a tal cobertura porque es muy peligrosa”. Y yo digo: bueno, pero esa decisión la tendré que tomar yo, no ustedes y no porque seas tú, sino porque eres mujer. O “eres muy chorita, pará en la hilacha” porque soy capaz de decirle a alguien de frente que hay algo que no me parece, no me gusta, etc.