El cuaderno amarillo de Mañalich, los videos ‘GoPro’ de Carabineros durante el estallido social y el registro de detenidos del Cuartel Borgoño. ¿Qué tienen en común? Todas son solicitudes de acceso a la información impulsadas por La Pública, medio digital que busca promover el uso periodístico y ciudadano de la Ley de Transparencia. Conversamos con Paulette Desormeaux y Catalina Gaete, periodistas creadoras de este proyecto.
Por Rodrigo Verdejo
19 de Mayo de 2022
Dos años tardó Catalina Gaete, periodista y cofundadora de La Pública, en acceder vía Ley de Transparencia a las actas del Consejo de Seguridad Nacional del Estado (Cosena). Gaete buscaba dilucidar las presiones que habrían ejercido las Fuerzas Armadas a las autoridades civiles durante la transición a la democracia. Ingresó en 2015 una solicitud de acceso a la información para conocer el contenido de esas reuniones, pero fue denegada aduciendo que la publicación de dichos documentos comprometía la seguridad nacional. No fue hasta noviembre de 2017 que un fallo de la Corte Suprema le dio la razón: la información contenida en esas actas debía ser conocida por la sociedad civil. “Esa fue la piedra fundacional, ahí empezamos a fraguar La Pública”, reconoce Catalina.
Finalmente, la idea se concretaría en agosto de 2020, cuando La Pública estrenó su primera publicación: un reportaje sobre el amparo que presentaron ante el Consejo Para La Transparencia (CPLT) para acceder al contenido del cuaderno de notas del exministro de Salud, Jaime Mañalich, que les había sido denegado. Sostenían que la información que contenía era de interés público porque se pudo haber utilizado para tomar decisiones importantes sobre la gestión de la pandemia. “Creemos que el contenido del cuaderno es público, independiente de quién es el propietario, la información que contiene fue elaborada con fondos públicos”, argumentó Catalina en su momento.
Desde ese primer reportaje, La Pública ha impactado en la agenda nacional y han obtenido distintos reconocimientos -han sido finalistas del Premio Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado y del Concurso de Excelencia Periodística de la Sociedad Interamericana de Prensa- por sus reportajes elaborados a partir de solicitudes vía Ley de Transparencia, como las grabaciones de las cámaras corporales de Carabineros durante el estallido social y los registros de detenidos en el Cuartel Borgoño de la CNI durante la dictadura.
Paulette Desormeaux y Catalina Gaete, creadoras de La Pública
Catalina: “Cuando en 2017 me dieron las actas del Cosena, más de 400 páginas de la historia de Chile en mis manos, dije ‘no puedo quedarme con esto, necesito compartirlo’. En ese momento me puse en contacto con Paulette, habíamos trabajado juntas, y le propuse primero crear un archivo ciudadano, o sea un repositorio público donde se pudiera almacenar todas las respuestas y documentos liberados por el Estado a través de una solicitud de transparencia. Paulette trajo toda su experiencia como editora de medios y fue así como en 2020, con la premura de la pandemia, decidimos fundar La Pública. Entonces, esta solicitud (actas del Cosena) fue la piedra angular que dio origen a La Pública. Fue lo que me inspiró a mí como activista, porque yo me considero activista del derecho de acceso a la información, no solo para usarlo y ejercerlo, sino que también para promoverlo. Para que otras personas lo utilicen, que es el objetivo de La Pública al final”.
Paulette: “Lo que nos interesaba era mostrar cómo el acceder a documentos públicos, te permitía revelar fallas en políticas públicas o tener de primera mano información que no estaba mediada por una fuente que pudiera equivocarse o engañarte. En ese sentido, dijimos ‘bueno, vamos a sacarle el juego a la ley’ y no solo a publicar documentos, sino que vamos a usar el periodismo como una manera de mostrar por qué acceder a estos documentos es importante, qué historias hay detrás de ellos y qué es lo que nos revelan. Y decidimos crear La Pública. Después vino el proceso de crear nuestra identidad y no queríamos ser un medio aburrido, queríamos acceder a información, pero también entenderla y traducirla en algo simple. Entre todo el equipo creativo se decidió crear una extraterrestre que la llamamos Amparo -en referencia al recurso judicial- que llegaba a la tierra y usaba la Ley de Transparencia para comprender cómo eran las cosas. Nuestro foco, entonces, es la ley, pero también es importante entender que la información no es necesariamente un documento. Hemos accedido a las cámaras corporales de Carabineros, a reuniones por Zoom y a una multiplicidad de otros formatos”.
Catalina: “Durante el estallido pedimos desde test de drogas de Carabineros hasta la cantidad de funcionarios policiales infiltrados, porque veíamos las denuncias que hacía la gente. Y una de esas solicitudes fue por las cámaras corporales de Carabineros. La respuesta de la institución fue una de negación. Pero no por seguridad nacional, sino que porque nos dijeron que no tenían la capacidad técnica para difuminar los rostros de las personas que aparecían en esas grabaciones. Entonces, nosotras presentamos un amparo ante el CPLT en diciembre de 2019 y recién en septiembre de 2020 logramos acceder a la información”.
Paulette: “Desde ahí hicimos una revisión sistemática con estudiantes de periodismo para ver qué revelaban esas imágenes. Descubrimos que no se estaba cumpliendo con el protocolo del uso de la fuerza que los mismos Carabineros han definido, que es cómo tienen que ejercer el control del orden público. Por ejemplo, según ese protocolo no se puede disparar en más de 90 grados hacia arriba y veíamos en estas imágenes cómo iban con las armas apuntando hacia arriba. También no pueden lanzar lacrimógenas en lugares cerrados, pero en los registros veíamos cómo las disparaban en pasajes sobre techumbres. Entonces, fue un ejercicio periodístico muy interesante porque no es algo que nos contaron, sino que sin intermediarios, desde la misma mirada de los policías pudimos determinar eso”.
Video La Pública
Paulette: “Creo que hay un prejuicio que tiene que ver con los tiempos que requiere la ley, porque está hecha para todas las personas y no solo para los periodistas, entonces imaginamos que esperar 20 días hábiles por una respuesta no vale la pena. Cuando en realidad, lo que hemos hecho nosotras en nuestra metodología de trabajo en La Pública, es ‘echar a correr bolitas’ y todas las semanas pensar en qué nuevas solicitudes podemos hacer. Pensar qué documentos tendrá el Estado o qué imágenes habrán de tal cosa. También creo que hay poco conocimiento de cómo funciona el Estado y de la burocracia, que es -en términos simples- quién le reporta a quién y de qué manera. Cuando entendemos esa cadena de decisiones del Estado y la información que se genera en esos procesos, es mucho más fácil pensar con creatividad a qué información queremos acceder”.
Catalina: “Esa pregunta es súper interesante, porque justamente estoy haciendo un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid en el que me voy a dedicar tres o cuatro años a responder esa pregunta, a entender por qué los periodistas en Chile usamos poco la Ley de Transparencia. Desde mi punto de vista, creo que tenemos un sistema de medios muy basado en la inmediatez, en donde a los periodistas les cuesta identificar o reconocer a la ley como una herramienta que no es solo para el periodismo de investigación. Se demora 20 días hábiles, es verdad, pero yo puedo marcar pautas desde cuando pido la información. Por ejemplo, voy a un punto de prensa en La Moneda sobre algún tema. Bueno, llego a mi escritorio y lo primero que hago es pedir información respecto a lo anunciado y ahí me aseguro que en 20 días más tendré una pauta lista”.
Amparo, el personaje que representa a La Pública en redes sociales.
Catalina: “Mi recomendación es que puedan ver en la Ley de Transparencia una herramienta que no solo es útil para cuando tenemos mucho tiempo, sino que podemos marcar pautas con ella y eso es lo que estamos haciendo con La Pública. Nosotras vemos las noticias, hacemos nuestra pega como periodistas reporteando en el día a día y estamos constantemente ingresando solicitudes, por lo tanto sabemos que todos los días tenemos información en nuestros correos de algún organismo que respondió. Fácilmente se puede crear una pauta, ya sea si nos rechazaron cierta solicitud o nos entregaron algo. Puede ser una nota en el día o para algo más grande. La Ley de Transparencia sirve para muchos fines, creo que ese es el principal consejo o idea para los estudiantes. Además, promover la ley no tan solo para trabajos profesionales, sino porque también es un deber ciudadano: el de abrir puertas para que haya documentos que dejen de ser secretos y mover la línea que divide lo público de lo privado”.
Paulette: “Creo que para los y las estudiantes de periodismo que van a salir al mundo laboral también es clave no verse como ‘empleados’, sino que como personas que pueden gestionar sus propios proyectos periodísticos. Y en ese sentido, la Ley de Transparencia, tanto en la parte activa como en la pasiva, es una herramienta fundamental que nos permite saltarnos esa cadena del pituto o de la fuente que se cultiva con años”.
Imágenes: Instagram de La Pública
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