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Los hilos dorados de “Haydee y el pez volador”
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Los hilos dorados de “Haydee y el pez volador”

Conversamos con Pachi Bustos, directora del documental que narra la historia de Haydee Oberreuter, mujer que en 1975 tenía 21 años y estaba embarazada de 4 meses. Fue detenida por agentes de la Armada, quienes no solo la torturaron sino que provocaron el aborto de su hijo.

Por Carolina Zúñiga

25 de Julio de 2020

“¿Qué es lo que podemos esperar, qué es lo que va a pasar? ¿Vamos a tener solo justicia poética, vamos a tener algún tipo de justicia real? ¿Voy a tener que verlos cara a cara, voy a tener que hacer algo?”, pregunta Haydee a su abogado al inicio del documental “Haydee y el pez volador”, el cual registra los últimos años del proceso judicial cuando su caso es presentado ante la Corte Suprema después de más de 40 años de ocurridos los hechos.

Se trata de una historia -como la describe la propia Haydee- “que se tejió con hilos de oro”, de personas que se fueron encontrando y jugaron un rol fundamental en su vida. Una trama de personajes que se encadenan a partir de una publicación de la periodista Alejandra Matus en la desaparecida revista Plan B el año 2004, quien decide como directora del medio llevar en portada este caso. El reportaje lo lee Vicente Bárzana, abogado de 75 años, a quien le genera tal impacto que presenta de forma anónima y sin conocer a Haydee, una denuncia por crímenes de lesa humanidad. Esta acción tendrá repercusión diez años más tarde, en manos del juez Alejandro Solís, quien ante la ausencia de una ley que tipificara la tortura desestima su prescripción y somete a proceso a cuatro ex agentes de la Armada (Manuel Atilio Leiva Valdivieso, Juan de Dios Reyes Basaur, Juan Orlando Jorquera Terrazas y Valentín Evaristo Riquelme Villalobos) como responsables de las torturas y de la muerte de Sebastián, el hijo de Haydee asesinado en el centro de detención, llegando a una histórica sentencia judicial. 

La directora de la película Pachi Bustos es periodista (exalumna de la Escuela de Periodismo UDP y actual docente) y ha estado a cargo de premiados proyectos documentales como Video Sombra (2000), Actores Secundarios (2004), Ángeles Negros (2007) y Cuentos sobre el futuro (2012).

Fotograma de la película “Haydee y el pez volador” (2019)

¿Cómo conociste la historia Haydee Oberreuter? ¿Cómo llegas a conocerla y que ella acceda a participar en el proyecto?

Yo a Haydee la conocí bastante tiempo antes de iniciar la película. La conocí el 2006 porque un amigo me invitó a trabajar en un proyecto Corfo que se había ganado donde el tema era sobrevivientes de la prisión política y tortura. Yo hice la investigación y buscando llegué a la Haydee. Y obviamente es un personaje súper potente. De inmediato se convirtió en el piloto de esa posible serie, grabamos harto. Pero al final eso no prosperó, pero con la Haydee mantuvimos un vínculo. Cada tanto nos juntábamos, un cafecito, como que enganchamos súper bien. Hay unos años que no nos vimos, ella se fue a estudiar a Europa, se ganó una beca y después nos reencontramos por el 2013. El 2014, en una de esas juntas, me dice que el ministro Llanos había cerrado por fin el proceso y que había condenado a cuatro ex agentes de la Armada por tortura en su caso. También que se había juntado con la Ale Matus, a la que no veía hace 10 años, que habían ido a conocer a este Vicente que es el abogado que había detonado la causa. A raíz de ese reencuentro con la Ale, cuando fueron juntas a conocer a Vicente, la Ale (Matus) escribió un segundo artículo.  

¿El publicado en The Clinic?

– Sí, que ella lo titula: “Un héroe improbable”. Y cuando yo leo ese artículo es como que ¡guau!, era así como la media película. Porque en el fondo eran como todos estos azares, todos estos hilos dorados que llama la Haydee que se cruzan, todas las circunstancias tan fortuitas que posibilitaban realmente una cuestión totalmente improbable. Que este señor mayor, viejito, jubilado, que nunca nadie le da pelota, que era para todos sus cercanos un outsider (Vicente Bárzana), de repente hubiera detonado un caso judicial único, y que estábamos en un punto de inflexión importante porque era el último tramo, en el fondo ahora pasaba a la Suprema. Entonces dije, “ahora sí que tenemos que hacer esta película”. En el fondo porque tenemos un dispositivo, todo lo que va a pasar con el proceso judicial, que lo podemos seguir, que no sabemos lo que ocurra y al mismo tiempo contamos toda esta historia del pasado con estos personajes increíbles, la historia de ella, y de cómo se había detonado este caso. Era como los gestos anónimos de desinteresados ciudadanos: Vicente (Bárzana), la Alejandra (Matus), el médico (Jorge Villegas), el juez (Alejandro Solis), como puros personajes claves que en su accionar solidario habían posibilitado esto. Entonces ese fue el punto de partida. Ahí apliqué a un primer Corfo, me tiré sola a la piscina, y me lo gané porque era muy buena la historia. Yo creo que ahí gracias a la Ale porque era muy en la línea de su reportaje, y ahí invité a la Paola (Castillo), y ahí seguimos trabajando.

En la película uno va entrando cada vez más profundamente en la intimidad de Haydee, me imagino ese fue un proceso gradual en el que se fueron armando las confianzas.

– Mira, yo creo que Haydee desde siempre tuvo compromiso y voluntad por hacer esta película. Ella lo entiende como una manera de visibilizar toda la situación de los sobrevivientes de prisión política y tortura a través de su historia, que es la historia de tantas otras mujeres. Para ella también es una herramienta política. A veces lo describe, yo la he escuchado de rebote en algunas entrevistas, que no se dio cuenta cuando yo de repente estaba ahí filmando. Y obviamente lo que después queda en el montaje son algunos momentos que para nosotros es tratar de intencionar cierto punto de vista, que para ella puede haber sido chocante en algunos momentos: de verse frágil. Porque ella es una mujer que es dirigenta, ella también hace un personaje porque le ha tocado liderar y ser representante. Nunca ella había hablado de sí misma, y cuando decide contar esta historia tiene que ver con eso, con confiar en el cine como una herramienta para contar esta historia, de alguna manera para hacerle el peso a la justicia que ya intuía que no iba a pasar mucho, y la película era otra manera de hacer un poco de justicia.

Pachi Bustos y Paola Castillo, directora y productora de “Haydee y el pez volador”

El cine como creación colectiva

Para Pachi Bustos, esta película se teje con dos líneas narrativas: una en el presente marcada por el caso judicial, y otra hebra en el pasado, que implicaba saber quién era Haydee. Sobre este último punto, Bustos nos que comenta “no teníamos visualidad para narrar eso, no había imágenes. Entonces ahí es donde entra el desafío de las fotos fijas, o sea cómo vamos a representar ese pasado”.

Desde esa necesidad, en “Haydee y el pez volador” la fotografía cumple un rol fundamental en las grabaciones en terreno, y como indica la directora, “en todas las situaciones del presente, por ejemplo, donde va la cámara de video, va la cámara de fotos también. Entonces registran la misma situación desde distintos puntos de vista”. A este recurso se suma el que los personajes aparecen sosteniendo una foto, como revisando la historia conla idea de que en el fondo ese pasado todavía hoy día está vivo, que vamos a detener el tiempo para entrar en ese pasado pero desde hoy, no desde la foto de archivo, sino que a través de esas manos que revisitan el pasado que todavía sigue vivo”.

Es que la fotografía tiene un protagonismo propio en la película. “Por ejemplo, la foto de la portada de Plan B. Si la Ale no toma la decisión de llevar esa historia con esa gran foto de la Haydee en la portada, con el gran título, Vicente capaz que no lo ve. Entonces la foto ahí cumplió un papel. Luego entras a la casa de Vicente que es como un templo, puras fotografías, es un tipo que toda su vida ha tenido mucho que ver con la fotografía. El médico que tiene como la visión de tomar esas fotos porque quien sabe, más adelante en el futuro y toma esas fotos que finalmente son el elemento de prueba para juzgar. Porque sin esas fotos no hay rastro de tortura en realidad, que es lo que pasa con el tema de la tortura, que no quedan huellas después de 30 años, la cicatrización desaparece. Entonces nuevamente las fotos como un recurso importante. El papá de Haydee era fotógrafo, como que todo también nos iba llevando por ese camino”, reflexiona la realizadora.

Fotogramas de la película “Haydee y el pez volador” (2019) en Instagram de Miradoc.

El retrato del dolor, la representación del horror ha sido siempre una discusión en el documental, sobre todo ligado a temas de derechos humanos y genocidios. ¿Cuál fue tu reflexión en este aspecto, qué postura tomaste para abordar un caso tan fuerte y delicado como el de Haydee?

— Siempre fue una interrogante, pero yo creo que en ese sentido las cosas van madurando. Nos pusimos en todos los escenarios. Al principio con la Michelle (Bossy, fotógrafa de la película) incluso pensamos en trabajar el tema de la cicatriz. Después nos fuimos dando cuenta que en realidad no iba por ahí, que más iba a estar en el fuera de cuadro. Existen las fotos que tomó el doctor Villegas del cuerpo de Haydee, yo las he visto, pero ahí entra justamente la reflexión de cómo representar el horror, el mal y sabíamos que en realidad por ahí no iba, eso era morbo.  

¿Qué aprendizajes te deja este proyecto?

– Yo creo que si miro todo lo que he hecho, las primeras dos películas que fueron en codirección tienen una urgencia más por rescatar una historia que no ha sido contada, tienen otro ritmo, otro tono. Yo creo que a partir de “Cuentos” tengo una búsqueda un poco más cinematográfica por trabajar, no solo desde el hallazgo del relato o de una historia que no ha sido contada, sino también por usar el cine para dar cuenta de esa historia más profundamente. Y en el caso de Haydee, yo creo que también volver a valorar el trabajo en equipo, la reflexión colectiva. Valorar eso: el cine como espacio de creación colectiva. Y bueno la relación con los personajes, yo creo que eso lo es todo. Que también me pasó un poco con “Cuentos”. Yo creo que es algo que se va sintiendo cuando hay un proyecto en el que tú invitas a alguien a participar y lo haces parte también de este mismo discurso, de este mismo punto de vista. Los proyectos deben ser, en el caso del documental, muy en confianza con los personajes. Porque vas a retratar su historia, vas a entrar a su intimidad, vamos a tener que hablar de cosas dolorosas. Es importante que sepan de todo en lo que se están involucrando y que son proyectos de largo aliento.

Fotograma de la película “Haydee y el pez volador” (2019)

La nueva experiencia del estreno online

El documental “Haydee y el pez volador” es una coproducción entre Errante Producciones (Chile) y Giros (Brasil). Su estreno mundial se realizó en el Festival Internacional de Documentales Hot Docs en Canadá donde obtuvo el premio Top Twenty Audience Favourite y ha participado en festivales en Perú, Escocia, siendo premiado en DocsMX de México y  en el Festival Internacional de Documentales Santiago Álvarez de Cuba. En Chile luego de su premier en SANFIC 2019, su lanzamiento en salas estaba programado para noviembre del año pasado el cual debido a la contingencia política en el país debió ser suspendido, a lo que se sumó un segundo intento en abril 2020 que nuevamente debió ser cancelado por la pandemia. Ante la imposibilidad de tener visionados con público en cines, el pasado 25 de junio la producción decidió realizar un estreno online para Chile, Latinoamérica y Estados Unidos donde la película puede ser vista a través de distintas plataformas de streaming como Vimeo, iTunes, Google Play, Amazon TVOD, YouTube, y Cinépolis Klic desde un acceso principal en la página de Miradoc. Además, hasta el próximo 26 de julio estará disponible de forma gratuita en el ciclo 2020  de “Temporal de Documentales” de radio Cooperativa. Sumado a esta nueva modalidad se han realizado paneles de conversación para hablar sobre los temas de la película como parte del lanzamiento digital.

¿Y cómo ha sido para ti como directora la recepción con la película, considerando su estreno online?

– Tengo la sensación de que hay mucho feeling con la película, como que está llegando muy profundamente y eso me tiene muy contenta. Que la película se sienta, que la gente empatice, que la gente se emocione, que se logre ver. Llevar el tema de los derechos humanos a un retrato más íntimo, de cómo una situación así sigue presente en la vida de las personas aunque hayan pasado 40 años. Cómo afectan sus vidas, su cuerpo, la relación con sus hijos, con sus familias, hacer pareja de nuevo. Siento que la película consigue hablar de muchos temas que son de ahora. Ese era todo un desafío, que no fuera una película que recreara o representara hechos trágicos pasados hace 40 años atrás, sino en el fondo darle una vigencia. Me tiene contenta sentir que eso se va sintiendo, se va logrando y va generando este tipo de discusiones. La Haydee lo atribuye al pececito volador, que nos lleva por todos lados y que hace lo que quiere con nosotros. Todo tenía ese componente, como que finalmente hay algo que nos trasciende y que de alguna manera hace que las cosas sucedan.

Y también por esta necesidad de un tema inagotable. Es una historia que hay que volver a contar para la nuevas generaciones, para que hagan sentido.

– Aparte que el tema de la tortura no se ha visibilizado, particularmente la tortura hacia las mujeres. Y estamos hablando, sumando el Informe Valech I y el Valech II, son 40 mil sobrevivientes de prisión política y tortura, y ahí se consigna un número ínfimo de mujeres, pero las mujeres fueron muchísimas más, pero como que no es una cuestión que se hable. Y hay un tema que no puedo dejar de mencionar y que es súper relevante, y es súper relevante para Haydee, que es el aborto forzado en tortura. Porque acá no es que tuvo un aborto como consecuencia de las torturas, como que se les pasó la mano y perdió la guagüita. No, acá hubo un gesto deliberado, una acción premeditada por ejecutar ese niño, para que no naciera, porque era un terrorista más, como en el fondo juzgarlo desde el vientre. Y ese es un tema que acá en Chile no existe en la legislación, pero si hay antecedentes en otros países. Por eso que la Haydee está en una nueva querella y va a seguir hasta el final porque busca sentar precedente sobre eso. Tanto el sistema del aborto forzado, el tema de los niños que nadie ha buscado, porque ella siempre también lo dice, que en Argentina todavía siguen buscando a los niños, y acá, ¿me vas a decir que ninguna de las mujeres que tenia ocho meses de embarazo, nueve meses, todos esos niños murieron, no existen? Nadie se ha hecho esa pregunta, nadie ha buscado a esos niños. Existieron, no existieron, como que hay muchos temas que están invisibles, que están bajo la alfombra y que yo creo pueden ser un punto de partida para también empezar a pensar en eso.

Para conocer detalles de los paneles realizados y noticias de la película puedes seguir a Miradoc Chile en Facebook, Instagram y Twitter.

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