“Nosotros estamos conscientes de lo que está pasando en el país, de lo mal que está”, analiza Manuela Gutiérrez (17), estudiante del Colegio Manuel Castro Ramos en Iquique y vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones). Para Manuela el estallido social reflejó la importancia que tienen los jóvenes de Educación Media en las bases de la construcción del país.
Sin embargo, para ella existe un prejuicio que impide que estos sean más partícipes de nuestra democracia. “Siempre que damos nuestra postura frente a algo, por más que tengamos razón, no nos pescan, no creen en lo que decimos”, alega Manuela Gutiérrez.
Es por esto, que Manuela y otros estudiantes del país, conformaron un nuevo movimiento denominado “Apruebo Voto Secundario”, apoyado por el diputado del Partido Comunista Boris Barrera. Su objetivo es bajar la edad de sufragio a 16 años para elecciones parlamentarias y presidenciales, y a 14 para las elecciones municipales.
Dar voz a quienes han debido encontrar un espacio en las calles y en la rebeldía para hacerse escuchar es la premisa del movimiento que busca promover el voto de los estudiantes de enseñanza media. “Es innegable que hoy día los secundarios somos actores políticos, la cosa es que ese carácter se reconozca en una participación vinculante y es ahí donde ciertos sectores comienzan a poner los peros”, explica Tomás Opazo (17), estudiante del Colegio Sotomayor de Las Condes, vocero del Movimiento Secundario Independiente y también partícipe de la agrupación “Apruebo Voto Secundario”.
“Creo que dejar a los secundarios fuera es una muestra de una ‘mala política’ de tiempos pasados. La misma que detonó el estallido, por tener una concepción totalmente adultocentrista”, agrega Opazo, quien al igual que el resto de los representantes, no podrá participar del próximo plebiscito.
“Nosotros vamos a luchar hasta el último minuto para que se apruebe el voto secundario, no solo para el plebiscito, sino que de aquí en adelante para las próximas elecciones, porque es sin duda importante”, enfatiza Manuela.