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La lucha de un “diverso y positivo”
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La lucha de un “diverso y positivo”

A los 19 años Felipe Díaz-Olave se reconoció como homosexual y 16 años más tarde fue diagnosticado con VIH. Esto marcó su bandera. El gestor cultural oriundo de Iquique no solo se preocupa de difundir las artes en su región, sino también de visibilizar su condición. Interpuso un recurso de protección en contra del Minsal por irregularidades en la entrega de tratamientos durante la pandemia y ahora aspira a ser concejal.

Por María Eliana Zúñiga Plaza

26 de Enero de 2021

El primer día de tratamiento, Felipe Díaz-Olave sintió mareos y un dolor de estómago que nunca había tenido. Dentro de todo, estaba bien. Tenía miedo por todas las historias que había escuchado sobre el comienzo de la terapia contra el VIH. Al día siguiente, a las 23 horas, tomó su segundo comprimido justo antes de dormir. En el camino entre el baño y su habitación comenzó a sentir mareos más fuertes que el día anterior. Llamó a su madre para que lo acompañara hasta la cama. Ahí, una vez acostado, comenzó con espasmos, saltaba en la cama, y sus lágrimas se confundían con el sudor de su cuerpo. Su mamá llamó por teléfono a Gabriela, hermana de Felipe. Entre gritos le pedía que viniera, que su hermano se estaba muriendo.  

Gabriela ubicó a una amiga enfermera, lo desnudaron y comenzaron a limpiar el sudor. El episodio duró cerca de 45 minutos hasta comenzar a decantar, con Felipe rendido por el cansancio. Fue la única vez que sufrió algo así. 

El resto de la semana la única molestia que persistió fueron sueños vívidos, luego se estabilizó. A la fecha, van más de 1.000 dosis de Atripla, el tratamiento antirretroviral del cual debe consumir un comprimido al día para combatir el VIH. 

Dieciséis años antes, cuando tenía 19, Felipe Díaz-Olave le contó a su familia que era homosexual. Fueron los primeros en saber. Quiso estudiar teatro en la Escuela de Arte Dramático del Sur, Concepción, por lo que se fue de Iquique un tiempo, pero nunca perdió la relación de familia nuclear, a pesar de que sus padres se encontraran separados desde que él tenía 13 años. 

Yo creo que están curados de espanto conmigo, mis papás y mi familia dice entre risas en su habitación, donde tiene ubicado su computador de escritorio. El cobertor azul de la cama en la cual está sentado hace destacar más el naranjo rojizo de su polera, estampada con un dibujo de líneas de Charlie Brown. En su cabeza tiene un jockey con el eslogan “Que Chile decida”, el mismo que se ha vuelto infaltable en las fotos que publica desde que comenzó la discusión por una nueva constitución. Es delgado y la barba rebajada cubre gran parte de la piel de su rostro. En su lóbulo izquierdo cuelga un largo aro, que ha mantenido por años. 

El 2015 estudió el diplomado de Gestión Cultural de la Universidad de Chile que se impartió en Arica de forma semipresencial. Felipe viajaba de Iquique a Arica un fin de semana al mes. Ahí conoció a Claudia Ojeda, con quien formó la Red Escénica Norte, vinculándose desde su gestión en territorio. 

Él tenía muchas ganas de armar un trabajo o plataforma que pudiera generar acciones desde el norte hacia todo Chile con respecto a las políticas públicas en temas de cultura y desde ahí formamos la red comenta Ojeda. 

El arte y su región eran su mayor motivación, hasta que algo más se unió a su bandera de lucha.  

*** 

Desde que se comenzó a hacer cargo de su vida sexual, era costumbre realizarse el examen de VIH cada seis meses o cada vez que terminaba una relación, incluso con mayor regularidad que los chequeos generales recomendados, pero a mediados del 2017 no tuvo tiempo, así es que lo dejó pasar. Un resfrío muy fuerte lo encontró desprevenido, nunca se enfermaba y menos de esa manera. La doctora que lo atendió le dijo que era influenza y pidió exámenes de rutina. Él preguntó si se podía agregar el de VIH.  

Tenía que ir a buscar el examen la semana siguiente, pero el viernes anterior llegó una notificación a la casa de su madre, donde vivía. Debía presentarse el siguiente lunes a primera hora en la consulta de una matrona en el Cesfam Cirujano Videla de Iquique para buscar el resultado.  

Cerré la puerta y entendí perfectamente todo. El Estado no paga a nadie para ir a decirla la gente “vaya a buscar su examen” salvo que el resultado de ese examen salga alterado recuerda Felipe—. Ese fin de semana lo pasé bien angustiado, a pesar de que estaba bien preparado, de que me hice el examen de manera voluntaria, de que no era la primera vez que me hacía el examen y a pesar incluso de que alguna vez tuve una pareja que vivía con VIH, gracias a la cual había aprendido mucho sobre el virus y no fue él quien me lo transmitió. 

Vio muchos documentales sobre VIH ese fin de semana y el domingo en la noche le contó a su familia en el grupo de WhatsApp “Familia Díaz-Olave”. Ese mismo día le preguntó a su mamá qué era lo que ella sabía de VIH. 

Lo que ella me contesta es una respuesta muy terrible. Su visión no era discriminatoria ni mucho menos, era una de dolor. De una persona que se muere rápidamente, en un par de semanas (…) eso a mí me mató, me devastó y generó un miedo muy grande, esa noche fue muy compleja para mí, dormí poco porque estaba más nervioso por lo que le pasaría a mi entorno que por la noticia que iba a recibir.  

En la mañana de ese 2 de octubre del 2017, su padre lo acompañó al Cesfam, su madre los esperaba en la casa y su hermana, desde La Serena, estaba atenta con el teléfono en mano para saber sobre los resultados. Una vez en la consulta, la matrona le dijo que su resultado era reactivo y le explicó los protocolos a seguir. 

Él recuerda así lo que le respondió: 

Mire doctora, yo soy gestor cultural, me dedico al arte y a la cultura, soy director teatral y bueno, este fin de semana lo estuve pensando porque intuía que la respuesta iba a ser esta. Lo que he pensado es que me gustaría, en algún momento, hacer algo con este virus, porque entiendo que hay un sesgo en la sociedad y si yo me dedico a hacer trabajos contingentes sociopolíticos en mi propuesta artística, entonces me cae de cajón hacer algo artístico con relación al VIH para poder informar a las personas.  

Una vez terminada la consulta, cuando vio a su padre sentado en el patio de la antigua escuela reacondicionada como centro asistencial, lloró.  

Comenzó su tratamiento en enero del 2018 y a los ocho meses el virus llegó a estar indetectable. 

*** 

Sentado en la parrilla delantera de una bicicleta roja de carga se encuentra Felipe. Una cámara GoPro instalada en el manubrio lo enfoca de frente. Ahí también han estado sentados Tomasa del Real, Jorge Alís y Guillermo Ross-Murray hablando sobre sus respectivas disciplinas en el programa de entrevistas “Cultura Pedalera”pero Felipe no habla sobre su arte en esta ocasión, sino de su diagnóstico. Hace dos meses se había enterado de que era VIH positivo.  

Cuando su amigo Gabriel Eloy, artista audiovisual conocido como “Diablo Suelto”, le pidió una entrevista para hablar sobre su labor como gestor cultural y actor, Díaz-Olave recuerda que le propuso abordar otra arista de su persona. 

Yo tengo intenciones de hacer público mi diagnóstico para hacer obras de teatro, qué se yo. ¿Te parece si mejor, en vez de hacer esta entrevista del arte y la cultura que ya me han hecho quinientas, hablamos sobre VIH? Yo te cuento qué significa y qué ha significado para mí vivir con VIH.  

Ya, ¿pero de verdad? Porque yo esa entrevista la tengo que subir a las redes sociales y todas partes —le contestó Gabriel, con un tono de incredulidad. 

Démosle no más, ya estamos acá dijo Felipe. 

Lo único que le pidió, fue que el video fuera publicado el día de su cumpleaños. Así fue como el 8 de diciembre de 2017 la entrevista fue compartida en redes sociales. En ella, Felipe con una camisa manga corta de cuadros rojos, lentes de sol y pantalones a la altura de la rodilla, recorre por las ciclovías el borde costero de Iquique en un nublado atardecer, abordando temas como la Unidad de VIH del Hospital Regional y las vías de información que hay en la ciudad.  

En su cumpleaños número 36 no solo se publicó la entrevista, sino que también se creó una página de Facebook en la cual comenzó a recibir mensajes de personas que al igual que él se sentían perdidas con respecto al virus. ahí reconoció una necesidad. Diciembre, enero y febrero los pasó respondiendo preguntas.  La municipalidad se enteró y le propuso que fuera rostro de una campaña motivando la realización del examen.  

Se pasaban los meses y al final no estaba haciendo ninguna obra, estaba en el fondo haciendo un trabajo de visibilización del tema, pero no desde donde yo me lo había planteado desde un inicio comenta. 

Durante marzo y abril del 2018 comenzaron a contactarlo desde colegios, universidades e incluso juntas de vecinos para hablar sobre el VIH y la diversidad sexual. En ellas mostraba un cortometraje, una lectura dramatizada, una cápsula respondiendo preguntas comunes y una carta sobre su estado de salud. Este espectáculo fue titulado como Diverso y Positivo, y hasta el momento ha sido llevado a Colombia, Bolivia y Perú.  

En él trabaja también Sebastián Escobar, actor, primo y amigo de Díaz-Olave. Escobar está presente en otros proyectos relacionados a la temática LGBT+ impulsados por Felipe, pero Diverso y Positivo es el más importante. 

“Trabajar con Felipe siempre es súper gratificante desde todo aspecto porque manejamos los mismos lenguajes escénicos y miradas similares (…) hemos tenido bastantes proyectos que hemos ejecutado y que seguimos ejecutando hasta hoy”, dice Escobar. 

El 26 de noviembre de 2018 Diverso y Positivo pasó a ser también el nombre de usuario de Felipe en redes sociales.  

Le di vuelta a qué nombre podría ser y que tengan que ver conmigo, y yo soy una persona que se reconoce como parte de la comunidad de la diversidad sexual y yo una persona VIH+Además, es un concepto mucho más amplio, de como yo imagino el mundo. 

Por eso, el activismo sigue siendo una de sus principales preocupaciones. El 18 de diciembre pasado, durante una velatón de las disidencias sexuales de Tarapacá, leyó una carta muy contingente, firmada por diversas organizaciones: “Estamos ante dos pandemias que chocan frente a frente. Estamos ante dos virus que han dejado a la región de Tarapacá con números preocupantes. Estamos ante dos fracasos nacionales en medidas de prevención. El VIH y el Covid-19 han desnudado a esta parte del norte de Chile. Por esta razón es que se hace necesario y urgente abordar el problema entregando una solución con enfoque psico-social. El Estado hoy está llegando tarde y la sociedad le pasará la cuenta ante tan preocupante nivel de desinformación que han sostenido durante años. 

*** 

En el Hospital Dr. Ernesto Galdames se atienden personas de toda la región de Tarapacá. Ahí también se entregan las terapias para las personas seropositivas. A finales de marzo, tras el inicio de la pandemia por Covid-19, el Ministerio de Salud (Minsal) determinó medidas para esta población: se suspendía la atención clínica y de exámenes rutinarios para personas estables y se entregarían terapias multi-mes, tal como decían las recomendaciones internacionales como ONUSIDA, siempre y cuando el stock lo permitiera. Sorpresa fue la que se llevaron los pacientes de gran parte del país al ir a retirar su tratamiento y que este solo fuera para 30 días. 

Víctor Hugo Robles conocido como “el Che de los gays interpuso el primer recurso de protección constitucional en la Corte de Apelaciones de Santiago contra el Ministerio de Salud por incumplimiento de normas sanitarias, a este se sumó Felipe haciendo lo mismo en Iquique. Al tiempo, ya eran nueve los recursos en todo el país, que cuestionaban también a las Secretaría Regionales (Seremías) 

Camila Castillo patrocinó la causa de Felipe. Ella trabaja en la Asociación de Abogadas Feministas (Abofem) y es compañera de Díaz-Olave en el podcast de “Patipelados”. 

Cuando sucede esto de la demanda de medicamentos para las personas que viven con VIH, incluyéndolo a él, durante la pandemia, presentamos el recurso de protección, que se declara admisible. El recurso se rechaza y si bien no hubo la respuesta jurídica que esperábamos, que era que se condenara y que se señalara que había un acto arbitrario ilegal por parte de la Seremi de Salud de acá, sí socialmente Felipe logró un posicionamiento importante comenta Castillo.  

El recurso se rechazó porque ese mes Felipe, al igual que el resto de las personas inmunodeprimidas de la región, recibió tratamientos para dos meses, lo que se ha mantenido hasta la fecha.  

*** 

Dos meses antes del estallido social, Felipe entró como militante al partido Revolución Democrática, atraído por el trabajo que estaba realizando el Frente Amplio y el grupo humano presente en su región, pero se mantiene crítico ante algunas reacciones del conglomerado político a nivel nacional.  

Mi incorporación al mundo de la política partidista es más bien desde mi trabajo territorial, desde mi activismo, desde mi trabajo como gestor y artista escénico, y desde cada una de las acciones que he ido levantando de manera independiente y con diversas organizaciones de la sociedad civil explica Díaz-Olave que sería la razón por la cual pidió independencia al partido de sus actividades como artista y activista. Cree que sus banderas son bastante personales. 

Cuando se podía, hacía campañas con respecto al plebiscito realizado el pasado 25 de octubre, pero motivando al voto más que a la decisión de este. “Que Chile decida” estaba estampado en su polera, banderas y flyers que entregaba en su ciudad. Con el COVID, su campaña en línea tomó más protagonismo.  

Aunque en un principio no descartaba ser candidato a la Convención Constitucional, finalmente decidió competir por un cupo en el concejo municipal de Iquique. En la resolución en que el Servicio Electoral aceptó las candidaturas el pasado 23 de enero, Díaz-Olave figura como candidato del Frente Amplio, por su partido Revolución Democrática. 

Un primer paso de lleno en la política, pero aún tiene pendiente el guión de su obra sobre VIH. 

 


 

* Este trabajo fue hecho en el curso de Crónicas y perfiles que dictó la profesora Paula Escobar durante el segundo semestre de 2020.

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