Analizamos los recursos que recibieron los candidatos y candidatas que disputaron en la Región Metropolitana su cupo para llegar a la Convención Constitucional. Al revisar los datos por género, existen importantes diferencias en los aportes entregados por parte de la ciudadanía y los partidos políticos.
Por Fernanda González, Silvia Pereda y Valentina Sánchez
2 de Diciembre de 2021
Alcohol, mascarilla, parlante y micrófono. Esa fue una de las rutinas de Ingrid Villena (31) durante su campaña a constituyente. La abogada perteneciente a la desaparecida Lista del Pueblo, recorrió 52 ferias de su distrito levantando un plan de trabajo enfocado en las comunidades y las redes sociales. Ingrid creció en la comuna de El Bosque, perteneciente al distrito 13, misma jurisdicción que hoy representa en la Convención Constituyente.
“Los candidatos de partidos políticos gastaban entre ocho u once millones de pesos, nosotros solo teníamos cuatrocientas lucas para cada uno (…). No fue necesario gastar millones de pesos para poder hacer una candidatura. Creo que el descontento a nivel nacional fue porque los partidos políticos no han sido capaces de propiciar un buen desarrollo a los ciudadanos”, comenta la constituyente.
Para las elecciones del 15 y 16 de mayo se presentaron 328 candidatos/as constituyentes en la Región Metropolitana (RM): 173 mujeres y 155 hombres. En total, quienes compitieron en los siete distritos correspondientes a la capital, obtuvieron aportes por $4.132.714.330. De este monto, cerca de un 60% estuvo dirigido a candidatos, mientras que el restante 40% a candidatas. Diferencia que contrasta con el mayor número de mujeres postulando por un cupo constituyente.
Una diferencia que se hace más evidente al momento de analizar el financiamiento provisto por los partidos políticos: las brechas más drásticas entre hombres y mujeres fueron los independientes en cupo por el Partido Liberal, que presentó una diferencia del 99% a favor de los hombres, seguido por los independientes del Partido Ciudadano, el Partido Republicano y el Partido por la Democracia, donde las mujeres no superan el 20% de concentración de recursos, pese a que son el mismo número de candidatos.
Revisando las candidaturas que lograron mayor recaudación de aportes en la Región Metropolitana, es posible observar que la balanza de ingresos también se inclinó a favor de los postulantes masculinos, aún en comparación con candidatas de sus mismas coaliciones.
Marcela Cubillos (Ind-UDI), Paulina Kantor (Evópoli), Constanza Hube (UDI), Macarena Venegas (Ind-Evópoli) y María Macarena Letelier (Ind-UDI), lograron reunir un total de $494.809.429. En cambio, René Cortázar (PDC), seguido por Bernardo Fontaine (Ind-RN), Hernán Larraín (Evópoli), Alejandro Fernández (Ind-Evópoli) y Arturo Zúñiga (UDI), sumaron aportes por 671.644.737 millones de pesos.
“Existen estereotipos sobre las mujeres que las hace creer que son menos competitivas, por ende, es menos atractivo financiar sus campañas porque tenemos una concepción errada de que son peores candidatas y tienen menos posibilidades de ser electas”, establece Valentina Moyano, cientista política de la Red de Politólogas #NoSinMujeres.
No obstante, analizando la totalidad de los partidos, existen tres casos que rompieron la tendencia y donde las apuestas fueron por sus candidatas. Hablamos de Revolución Democrática, Federación Regionalista Verde Social e Independientes en cupo del Partido por la Democracia. En los tres casos, las aspirantes concentraron cerca del 90% de los recursos.
Durante los últimos años, Chile ha avanzado en promover la presencia femenina en espacios de representación y decisión. Un ejemplo de ello es la Ley de Cuotas aprobada en 2015, que buscó combatir la subrepresentación de mujeres en la política y que establece que los partidos no deben presentar a menos de 40% de candidatas en las elecciones. Sin embargo, las mujeres se enfrentan a otros limitantes que, pese a estas garantías, complejizan su desarrollo político.
“Profesionalmente, muchas de ellas no han tenido el mismo desarrollo que los hombres, ganan menos y, además, se les dificulta mucho obtener créditos, que es otra manera de financiar las campañas. Por todos lados hay barreras y aun así en estas elecciones les fue espectacular”, recalca María Jaraquemada, abogada y oficial del programa de Chile y el Cono Sur de Idea Internacional, organización dedicada al fortalecimiento institucional de las democracias a nivel global.
Uno de los puntos más notorios es la dificultad para acceder a créditos que les permitan financiar sus candidaturas. Según un estudio de Lupa Electoral, los hombres pueden llegar a recibir tres veces más recursos que sus compañeras. Incluso, en las elecciones parlamentarias del 2017, los candidatos obtuvieron aproximadamente el doble de aportes que las mujeres: 1.9 en el caso de la Cámara de Diputados y 2.18 en el Senado.
Pese a esto, en la elección de mayo pasado, las candidatas lograron un triunfo electoral más allá de las diferencias en los aportes, instancia que según Valentina Moyano, fue posible gracias al criterio de paridad. “El sistema electoral de esta elección influyó en que las mujeres encabezaran las listas y fuesen alternadas, lo que les daba buenos lugares de elegibilidad, porque hay un cierto atajo primitivo de que cuando vas a votar y ves muchos candidatos, lo haces por el primero o el último que sale en la lista porque es más fácil. Además, la composición final de la Convención sería paritaria y, por ende, convenía que la candidata fuese competitiva y tuviese distintas posibilidades de ser electa”, recalca la politóloga.
En los siete distritos establecidos en la Región Metropolitana, existió paridad en las candidaturas presentadas, antecedente que se explica por el principio que regía esta elección. Sin embargo, esto no se replicó en el financiamiento que recibieron los candidatos y candidatas.
Al analizar cada distrito, es posible ver brechas notorias de recursos entre hombres y mujeres. Por ejemplo, los distritos 13 (El Bosque, La Cisterna, San Ramón, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda y San Miguel) y 14 (Buin, Calera de Tango, Paine, San Bernardo, Alhué, Curacaví, El Monte, Isla de Maipo, María Pinto, Melipilla, Padre Hurtado, Peñaflor, San Pedro y Talagante) son los que presentaron mayores brechas financiamiento según el género de sus candidatos/as.
En toda la zona es posible ver diferencias por género, pero esta brecha se dio en mayor medida en los distritos 8, 13 y 14, los que presentaron alrededor de un 60% de diferencia entre hombres y mujeres, sumado a que las últimas dos jurisdicciones poseen otra variable: la desventaja económica en torno al aporte total de la Región, donde la mitad de sus comunas se encuentran en Media Alta o Alta prioridad social, según el Índice de Prioridad Social de comunas 2020 elaborado por la Seremi de Desarrollo Social y Familia.
Este fenómeno se ve con mayor incidencia en el distrito 13 (El Bosque, La Cisterna, Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda y San Ramón), donde se observó una diferencia de 62,65% en los aportes dirigidos a hombres y mujeres, predominando el financiamiento al género masculino. Mientras que en el 14 (Alhué, Buin, Calera de Tango, Curacaví, El Monte, Isla de Maipo, María Pinto, Melipilla, Padre Hurtado, Paine, Peñaflor, San Bernardo, San Pedro, Talagante), los aportes de los hombres superan en un 50,49% al de las mujeres. A esto se suma que los dos distritos mencionados presentan la menor cantidad de aportes en general respecto a las demás jurisdicciones.