Invierno, calle y pandemia

Jessica vive en una carpa ubicada al costado de la Plaza Villa Frei, en la comuna de Ñuñoa. Este es su refugio desde las primeras semanas del 2021. Según cuenta, el invierno ha sido muy duro, especialmente en las madrugadas, por lo que debe dormir con capas de ropa de polar -como pantys forradas- que ha conseguido a través de donaciones o por cuenta propia.

Su carpa está sujeta con una cuerda y un par de piedras, el nylon reposa sobre una base de cemento, que la protege del barro que se forma en la zona cuando llueve. Justo a su lado, el refugio de Villano, perro que la cuida por las noches.

Adrián, sin mascarilla, pide dinero en una vereda de la avenida Irarrázaval. Normalmente está allí, sentado sobre un trozo de cartón, durante varias horas. Sin embargo, el confinamiento ha hecho que menos gente pase por la zona y que pocos se detengan a darle monedas. Esta no es la primera vez que ha tenido que pasar las noches en la calle. Oriundo de la cuarta región, dice que incluso ha dormido bajo puentes en Temuco. Su carpa se ubica bajo un gran árbol, entre un supermercado y una iglesia. 

En Plaza Ñuñoa es común encontrarse con los rastros de las distintas personas que pernoctan en el lugar. Si bien no quisieron ser fotografiados, quienes pasan la noche en el lugar denuncian que el personal municipal los desaloja, perdiendo sus pocas pertenencias. 

Para quienes no cuentan con una carpa, cualquier lugar es bueno para esconder sus pertenencias. En el techo de un kiosco abandonado ubicado a una cuadra de la estación Los Orientales, se pueden ver mantas, bolsas con ropa y zapatillas.

Al costado de la Avenida Américo Vespucio, hay un improvisado refugio confeccionado con mantas y distintos desechos residenciales. 

Entre los jardines que rodean la estación Salvador de la Línea 1 del Metro, se encuentran numerosas carpas. Sus habitantes, han ido poco a poco cubriendo el lugar, cambiando completamente la fisonomía del espacio.

Avanzando desde Salvador hacia el poniente por el Parque Balmaceda, en la comuna de Providencia, es común ver cómo conviven los deportistas y quienes pasean junto a sus mascotas, con distintas carpas que se protegen en medio de los árboles. 

En el Parque Forestal, una mujer fuma un cigarro acostada en un saco de dormir junto a sus pertenencias. Al igual que en otras partes de la ciudad, las personas en situación de calle forman parte del panorama habitual que se puede ver en las plazas y los parques. Quienes no tienen una carpa para dormir, simplemente se recuestan sobre el húmedo pasto de estos lugares.

Trabajo realizado para el curso Fotoperiodismo impartido por el profesor Boris Yaikin en la Escuela de Periodismo UDP.