La otra cara del regreso a clases: licencias médicas de profesores crecieron hasta un 353% en la Región Metropolitana

Estrés, temor a no cumplir con el programa escolar, un clima escolar violento y el desgaste pospandémico. Son algunas de las razones que distintos profesores esbozan para explicar el masivo incremento de licencias médicas presentadas por profesores en 32 de las 52 comunas de la Región Metropolitana en los tres primeros meses del año, pasando de 6.639 en 2021 a 16.556 en 2022.

Vergara 240 solicitó información vía Transparencia, a las 52 comunas de la Región Metropolitana, sobre los permisos médicos presentados por profesores de colegios municipales durante los meses de marzo, abril y mayo desde 2018. De los municipios consultados, solo 34 entregaron la información completa, dos lo hicieron de manera parcial, mientras que del resto no se obtuvo respuesta, entre ellas: Quinta Normal, La Reina, Peñalolén, Puente Alto, Conchalí y Ñuñoa.

Sobre la base de los datos recibidos, el porcentaje de aumento en las licencias médicas de profesores entre los años 2021 y 2022, es encabezado por las comunas de Recoleta (353%), El Monte (248%), Isla de Maipo (244%), Estación Central (243%), Pedro Aguirre Cerda (226%) y Santiago (221%). De las 32 comunas que respondieron a la solicitud realizada, todas presentaron un incremento en el número de licencias durante el presente año. Al menos ocho comunas tuvieron un alza por sobre 200% y 17 por sobre 100%. La Cisterna (29%) fue la comuna en donde menos subió la cantidad de licencias médicas presentadas por docentes.

Otra variable fue el incremento de licencias médicas docentes que hubo en 2022 en comparación con 2019, el último año que contó con total presencialidad en las clases escolares, antes que llegara la pandemia por el Covid-19. En esta línea, salvo Quilicura, en todas las comunas existió un incremento en el ausentismo laboral docente, siendo Lampa (1.406%), Las Condes (178%), Alhué (99%), San Pedro (92%) y Lo Barnechea (82%) las comunas que encabezan el listado.

Los municipios que debieron enfrentar un mayor número de licencias médicas en profesores durante el primer trimestre de 2022 fueron: Maipú (2.945), Santiago (1.996), Renca (1.108), La Florida (846) y Providencia (697). Es importante considerar que buena parte de ellas son también las que registran un número más alto de docentes bajo su administración.

Al momento de revisar el número de licencias presentadas versus el número de profesores dependientes de cada comuna, destaca lo ocurrido en Maipú, donde sus 1.236 profesores han presentado 2.945 licencias. En el caso de Renca, dentro de sus 522 docentes existieron 1.108 licencias; mientras que en Alhué, la comuna que cierra el podio, de los 118 profesores se presentaron 225 permisos médicos.

Vergara 240 consultó a los Departamentos de Administración de Educación Municipal (DAEM) de las seis comunas con mayor incremento en la presentación de licencias médicas de docentes, para saber su opinión al respecto y si se están manejando algún plan de acción para resolver esta problemática. Santiago y Recoleta fueron los únicos en responder. 

Rodrigo Roco, director de la DAEM de Santiago, afirma que: “Efectivamente hemos notado que es un fenómeno real. Hemos analizado el sector público de Santiago y vimos que se venía produciendo un aumento en las licencias médicas desde antes del 2019 (…). Desde nuestro punto de vista esto tiene que ver con el cansancio emocional de los profesores de enfrentarse a cursos en donde los chicos vienen con un nivel de socialización y convivencia muy bajo. Evidentemente hay un desgaste y por más que podamos prepararnos eso genera un shock”.

El difícil regreso

Para muchos profesores, el cierre del primer semestre de 2022 fue agobiante. La decisión del gobierno de adelantar el receso invernal por razones sanitarias, puso presión al cierre de los contenidos programados y las evaluaciones. “Muchas veces es una locura (…). Me tocaba salir a las 19 horas, algunas veces a las 20 y mi horario termina a las 17. Eso nos termina afectando. Hoy mismo es domingo y estoy trabajando”, cuenta un profesor que trabaja en la comuna de La Florida, quien pide reserva de su identidad por temor a represalias desde el equipo directivo de su colegio.

Tiene 25 años, egresó a mediados de 2020 y este es su tercer semestre haciendo clases en el establecimiento. Al ser consultado por el alza en el ausentismo laboral docente, no le sorprende. “Es evidente que han subido las licencias docentes, que la salud mental de los profesores está bastante deteriorada y no se hace algo con respecto a eso, más allá de estos típicos talleres de convivencia escolar sobre salud mental de profesores que no sirven para nada”. 

La directora del Centro de Investigación y Mejoramiento de la Educación de la Universidad del Desarrollo, Verónica Villarroel, coincide en que hay un deterioro de la salud mental en los profesores y añade que: “los profesores se enfrentaron con algo que no esperaban. Muchos estudios o artículos recomendaban no dar vuelta la página como si nada hubiera pasado, como si las clases en pandemia no hubieran existido, pasar de la página 15 a la 16. Probablemente fueron dos años en donde pasaron muchas cosas, no sabemos qué tipos de miedos tuvieron los estudiantes. Partimos erradamente, dejando lo socioemocional de lado”. 

Por su parte, Adrián Medina, director de la DAEM de Recoleta –la comuna con mayor incremento de licencias médicas de profesores en comparación con 2021–, también apunta sus dardos a las consecuencias de la experiencia pandémica: “Incidió fuertemente en la inestabilidad emocional, como además la inseguridad y la vivencia de la muerte con personas o familiares cercanos”.

Para el docente de La Florida -comuna que padeció un incrementó en el ausentismo laboral docente de 101%-, la cantidad de licencias médicas presentadas por sus colegas podría ser mucho mayor. Afirma que varios de sus colegas declinaron presentar un permiso médico para ausentarse de sus labores por miedo a atrasarse en la entrega de contenidos solicitados. “Uno a veces no toma estas licencias por no quedarse más atrás. Yo tuve licencia  por Covid-19 y cuando volví se me vino todo encima. El factor número uno es el agobio laboral. Si yo trabajara las horas que me piden hacer no alcanzaría a pasar ni la mitad de contenidos que me piden pasar”, reconoce.

Distintos profesores consultados para este artículo coinciden en que el aumento de los episodios de violencia escolar vividos en el regreso a las salas, fue uno de los factores importantes para el incremento en el nivel de estrés en los docentes. Al respecto, Rodrigo Roco, jefe de la DAEM de Santiago, considera que “dado que había una baja socialización en la vida escolar, indudablemente que esas peleas se amplifican y, claro, a cualquier adulto que está a cargo de eso y no está lo suficientemente preparado, le repercute desde el punto de vista de su salud”.

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