Falta de protección
A mediados de marzo, Rappi les notificó a sus trabajadores de una supuesta entrega de alcohol gel y mascarillas. Luego, el 2 de abril la empresa mandó el siguiente mensaje para informar a sus repartidores: “estamos trabajando para proveerte de gel y mascarillas. Sin embargo, la oferta de estos productos es escasa”. El 7 de abril, con cuatro mil rappitenderos activos, desde la empresa aseguraron a CIPER haber repartido 200 mascarillas y 350 unidades de alcohol gel hasta esa fecha. Sin embargo, de los ocho repartidores entrevistados para el presente reportaje, solo uno dice haber recibido una mascarilla. Su nombre es Kevin Astete (27), quien tras recepcionar el barbijo, dice que nunca más vio que Rappi entregara ayuda. Ahora él se paga sus propios productos de higiene y no es el único que ha tomado esa opción. Juan Manuel Pernia (27) es venezolano y vive en la comuna de San Joaquín. Cuenta que no ha escuchado ni visto a Rappi entregar elementos de seguridad, por lo que debe “comprar mascarillas, guantes y alcohol gel por mi cuenta, lo cual es un gasto importante entre mis ingresos”.
Consultada la empresa sobre la entrega de elementos de protección, comentan que “iniciamos y continuamos realizando la entrega de kits de alcohol en gel y mascarillas para repartidores y personal shoppers“. En la comunicación no precisan el número de kits efectivamente entregados.
Más y más repartidores
Según cifras entregadas al Diario Financiero por el gerente general, Isaac Cañas, actualmente la empresa tiene más de 7 mil repartidores en las calles, número que creció en forma importante por la pandemia. De hecho, tres de los entrevistados para este reportaje se unieron a Rappi en los últimos meses, luego de que sus contratos de trabajo fueran suspendidos. Además, hubo un alza de 250% en el número de pedidos. Ambos factores explican las aglomeraciones de rappitenderos afuera de los locales de venta, con la consecuente falta de distanciamiento social.
Carlos Segura (21) es un rappitendero venezolano. Cuenta que la falta de personal en los locales de comida es uno de los elementos que más influye en el embotellamiento. “Cuando llegas a un local, ya sea Burger King o McDonald’s, ves máximo 3 o 2 personas atendiendo. Esto genera este apiñamiento de repartidores acechando por su pedido”. Giovanni Bustamante (24) ha trabajado durante toda la pandemia y afirma que ha visto como “prácticamente una persona hace todo”, ejemplificando con el caso de su madre que trabaja en un restaurante de sushi, “pasaron de ser 15 personas trabajando a prácticamente mi mamá, dos personas más y el dueño”. Los locales no cuenta con lugares de espera y, además, la aplicación funciona con un código que el empleado del local nombra normalmente en voz alta, por lo que si los repartidores no están atentos, pueden perder su pedido.
Respecto a las aglomeraciones, la Seremi de Salud de Santiago dispuso equipos especiales de fiscalización para revisar las condiciones de espera y entrega de repartidores de empresas de delivery. Además, quedaron de citar a las plataformas para que acrediten los protocolos de prevención que están implementando con sus trabajadores. Consultada la empresa Rappi en torno a este tema, nos indicaron que “hemos realizado el apagado temporal de locales que llevan más de 10 pedidos acumulados -en producción o en espera- para evitar acumulación de repartidores”.