El futuro de la carne

Durante los últimos 38 años los chilenos hemos duplicado el consumo de carne bovina. Los derivados de vacas, toros y bueyes, han aumentado su presencia en nuestra mesa y en Fiestas Patrias su rol es protagónico. Pero este producto nos acompaña todo el año. Según la VIII Encuesta de Presupuesto Nacional realizada entre los años 2016 y 2017, la carne de res ocupa el tercer lugar entre los productos más consumidos en los hogares. Y si sumamos los productos derivados del cerdo y las aves, nos instalamos en el ‘top ten’ de los más carnívoros a nivel mundial.

Según los resultados de la Encuesta Nacional del Medio Ambiente, el 6% de los chilenos se declara vegetarianos. Una tendencia que parece ir al alza, pero cada vez con más matices. Estilo de vida que descarta la carne y que este 2019 recibió un espaldarazo global. La escasez hídrica y las olas de calor que afectaron a Europa y Latinoamérica, fueron el telón de fondo para que en agosto la ONU apuntara sus dardos a los productores de carne como uno de los responsables del calentamiento global. Y no sólo los culpa, sino que apoya a quienes apuestan por reemplazarlos, generando carne con derivados vegetales más amigables con el medioambiente.

Durante el año pasado, en Chile se produjeron más de 200 mil toneladas de carne. Si bien cerca del 10% es exportada, su principal destino es el consumo interno. Más allá del consumo hogareño, la gastronomía carnívora se ha diversificado. Si en los ‘80 y ‘90, la “parrillada” era el lugar habitual para compartir un bistec, hoy la oferta es mucho más variada, conectándose no solo con un consumidor más exigente, sino también con un apuesta sustentable.

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