El debut en el cine de Amara Pedroso fue con la película Cha Cha Real Smooth (2022), dirigida por Cooper Raiff. La cinta obtuvo el Premio del Público en la última edición del Festival de Sundance, y le dio la oportunidad de compartir el set con figuras como Dakota Johnson (Fifty Shades of Gray y Suspiria). La cinta relata la historia de un joven que trabaja como anfitrión en una fiesta de Bar Mitzvah, y allí entabla amistad con una madre y su hija con autismo. “Es muy conmovedora”, detalla Pedroso, quien interpreta a Maya, la novia “o ex novia, no sé”, del protagonista.
Un buen punto de partida para la chilena que egresó hace poco tiempo de la Carnegie Mellon School of Drama, una de las tres mejores escuelas de teatro en Estados Unidos, que ha sido el alma mater de actores y actrices como Ted Danson, Ethan Hawke y Holly Hunter.
“Me enamoré del rubro cuando fui a ver Los Miserables en Londres con mi familia”, recuerda Amara, quien es hija del cubano Roberto Pedroso y la destacada productora de teleseries Verónica Saquel. “Vi a mi familia y a toda la fila de personas al lado mío llorando y dije: eso es lo que yo quiero provocar en la gente, emoción”.
Inspiración que la motivó a seguir el camino de la actuación, en un recorrido que no ha estado exento de dificultades. La más compleja: enfrentar la discriminación, tanto en Chile como en Estados Unidos. Aquí por morena, allá por latina. Si bien se asume como una “chilena representativa”, la definición no siempre fue compartida por todos. “Soy morena y en Chile todo el mundo decía: ‘ya pero ¿de dónde eres?’. Y yo: ¿Cómo… soy chilena?’. Entonces, siempre la pregunta era ‘¿de dónde eres?, ¿dónde naciste?’ (…) Me tocó vivir un proceso con mi identidad racial”.
Una vez en Estados Unidos, el cuestionamiento se mantuvo, pero con otros ingredientes. “Cuando llegué todo el mundo decía que no era negra porque era chilena, latina… ¡cómo que no existiera interseccionalidad entre esas dos cosas!”, cuenta Pedroso.
Mientras estuvo en la escuela de teatro, participó del Comité Antirracista, intentando conectar su experiencia de vida con la formación artística. “Decidí estudiar artes cuando me di cuenta que uno puede cambiar a la sociedad a través de las artes, a través de la empatía (…). Cuando uno expone a la gente quienes se ven distinto, que aman distinto, que viven distinto… empiezas a romper estigmas”, cuenta Pedroso.